lunes, 17 de octubre de 2022

"Estimado Cliente"


 

Hace como diez días vi por HBO "Sentimos las Molestias" serie española parecida a la recordada "Pareja Dispareja" original de Neil Simon, sobre dos amigos de vieja data, ambos llamados Rafael, que por un tiempo se mudan juntos. En una escena de la serie llegan unos supuestos fumigadores de parte del municipio a acabar con no recuerdo qué plaga, les enseñan un papel, les piden que se queden en el jardín que el trabajo se hará con premura, y con premura les roban dentro de la casa relojes, dinero y los "ordenadores". Cuando van a poner la denuncia le dicen en la comisaría que no hay nada que hacer, que esa es típica estafa en la que las víctimas son viejos. 

"¡Viejos nosotros!" responden los dos Rafaeles ofendidos, además de robados, los llaman viejos, qué indignación.

En el momento que la vi, me reí, qué conejos, típico viejos, cómo imaginar que menos de cuarenta y ocho horas después, caería, o casi caería, como una tonta en una estafa para robarme mi cuenta de whatsapp. Todo empezó un lunes temprano en la mañana cuando sonó mi celular: "estimado cliente la llamamos de Digitel ofreciendo el servicio de 5G, le vamos a mandar un código para que se conecte", esa es la versión resumida, la versión larga es un hombre de parte de Digitel hablando a cien kilómetros por hora para marearte, y como yo quiero servicio 5G, aunque todavía esa velocidad ni siquiera ha llegado a Venezuela, di la clave que acababa de llegar a mi celular sin percartame que estaba dando la clave para cambiar mi whatsapp.

Si, ya sé, qué coneja.

Apenas di los números se me prendió la alarma, sobre todo cuando el "estimado cliente", frase que repetía sin cesar, me pidió que para completar el proceso debía apagar el celular durante más de una hora. Mi mediana inteligencia entonces se despertó, de inmediato le colgué, logré entrar en whatsapp y cambiar otra vez la clave. El "estimado cliente" me volvió a llamar pidiéndome la clave nueva, ahí ya me había convencido que al igual que los viejos de la serie española, esta pobre viudita estaba en proceso de ser víctima de una estafa.

O casi.

No logré recuperar mi whatsapp de inmediato, fui a Digitel, me confirmaron -con una sonrisa condescendiente- que mi cuenta de whatsapp estaba hackeada, que ninguna potestad tenía Digitel con WhatsApp para arreglarlo, son dos compañías distintas, tenía que comunicarme directamente con ellos. El muchacho que me atendió en Digitel no se pudo ahorrar decirme: "¿Acaso no le pareció extraño que la llamada fuera desde un número de Movistar?".

Ni que los viejos nos fijáramos en eso.

Logré contactar con Whatsapp por email, muy amables me dijeron que si mi cuenta había sido hackeada -o estaba bloqueada- tenía que esperar una semana para recuperarla, lamentablemente nada se podía hacer antes, esos eran los plazos. Por el whatsapp de mi mamá y a través del servicio de mensajería de Instagram, logré comunicarme con familiares y amigos para que me sacaran de todos los chats. Escribí un mensaje por Facebook y otro por Instagram alertando a mis contactos. La verdad no sé si llegué a ser hackeada, por lo menos nadie de mis contactos me dijo que les escribieron desde mi cuenta para pedirles dinero o cambiar dólares. Mi dignidad quiere pensar que logré detener la estafa a tiempo, logrando bloquear mi WhatsApp antes de que llegaran a pedir dinero en mi nombre.
En la tarde conversando con los vecinos en la junta de condominio, varios habían recibido llamadas similares, incluido mi hijo, pero ninguno cayó. Lo que más dolió fue el orgullo, la más coneja del edificio. Aunque una vecina me confesó que ella también habría caído si no la hubieran alertado de este modus operandis de hackeo. 
Hoy me entero de muchas personas en días recientes que han sido víctimas de la misma estafa y muchos de sus contactos han sido víctimas de creer que están pidiendo dinero, depositando cifras más o menos altas en las cuentas suministradas.

Una vez recuperada mi cuenta de whatsapp, escribo esta intensidad, porque a pesar de que a quién le puede gustar confesar que cayó por inocente, o por vieja, no está de más avisarles que no se dejen
marear por ningún "Estimado Cliente" y no se pongan de conejos a estar dando claves a desconocidos.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Abstenerse de atender números desconocidos y más aún dar información a presuntos representantes de operadoras Cantv u otras. En la zona de Sebucan, Santa Eduvigis y Este de Los Palos Grandes, con impunidad, un sujeto desconecta teléfonos fijos y se ofrece como técnico de Cantv para restablecer la línea cancelandole un verde de dos ceros.

Adriana Villanueva dijo...

Yo caí por coneja, pero lo que cuentas de Cantv es extorsión, y el ciudadano común con las manos atadas

Alí Reyes dijo...

Gracias por ponernos al tanto de eso.

Unknown dijo...

Podrías escribir una columna mensual que se llame ¨La Coneja Aconseja¨.

Adriana Villanueva dijo...

¡Buena idea! entre las intensidades ya escritas recuerdo cuando una viejita en el Mercado de Chacao me pidió que la ayudara a comprar un poco de carne, le regalé un kilo de carne de molida, el carnicero me regañó porque esa dulce viejita todos los días llenaba una bolsa de carne, no para comérsela sino para venderla, gracias a conejas como yo.

Anónimo dijo...

Me recuerdas el caso de la yugoslava que pedía en Las Mercedes y Chacaíto por allá en 1997, la tipa se bajaba de un mercedes benz (la hija la llevaba) dónde está la pequeña casita al costado de la la plaza Altamira y empezaba a caminar pidiendo real. Si no le dabas te formaba unos gritos que eso daba miedo. Si le dabas, ni las gracias te daba. Un operador bancario del Provincial me dijo que esa tipa era millonaria (décadas pidiendo plata) y que lo suyo era que le dieran, así sin más.

Se vestía de negro con una especie de chal blancuzco. Probablemente ya murió.

Steve Sax.

Anónimo dijo...

Afortunadamente no he caído en algunas de las estafas por teléfono y no por falta de intentos. Digo afortunado porque no sé si en algún momento me agarren con un cuento bien montado. Yo casi que soy amigo de "Anita", de las varias veces que lo ha intentado con un mensaje "Hola soy Anita, este es mi numero nuevo", la mayoria tenemos alguna conocida llamada Ana, Maria o sino Ramon Luis o José, nunca envian algo como "Hola soy Gertrude Fleishman". Ni modo a seguir pendientes.
A propósito de eso por Bolivar ha resucitado La Pirámide bajo el nombre de "Gift of Legacy" ojo pelao.

Saludos cordiales