viernes, 4 de abril de 2014

No son "Chukis", son estudiantes



Desde hace unas semanas se hace eco por las redes sociales una frase tipo autoayuda: "estar en el lado correcto de la Historia", frase complaciente y facilona porque a menos que se sea un mercenario, en la lucha de cualquier ideología siempre creemos estar del lado correcto de la historia. 
De lo que no queda duda es que en cualquier batalla de las ideas quienes cuenten con mayor número de estudiantes en sus filas, por lo menos a nivel promocional, se acercan más a esta manida frase porque la palabra "estudiante" causa simpatía inmediata al ser sinónimo de juventud, entusiasmo e idealismo. Los estudiantes son libres de culpas más que las culpas propias de la juventud, aunque no todos los estudiantes sean iguales: hay algunos más idealistas que otros, y no todos tienen porqué compartir los mismos ideales. Hay estudiantes hedonistas, otros comecandelas, comprometidos con distintas causas, los hay más dedicados a sus estudios, otros flojazos... pero por definición a los estudiantes de cualquier credo raza o ideología los une una misma palabra: futuro.
Por eso es tan importante para el Gobierno deslindar cualquier tipo de protesta antioficialista con el movimiento estudiantil. Para el Gobierno Revolucionario solo puede haber un futuro posible:  "con la Revolución todo, sin la Revolución nada". 
Y con la misma impunidad con la que se despojó a María Corina Machado de su cargo de Diputada, con la misma impunidad con la que los alcaldes tachirenses dejaron de ser alcaldes y fueron detenidos, con la misma impunidad con la que despojan a Henrique Capriles Radonski y a Antonio Ledezma de sus presupuestos como gobernantes electos por voto popular; las Fuerzas del Estado se han abocado a despojar a los estudiantes que hoy salen a la calle a protestar de su embestidura de estudiantes. 
Es un asunto comunicacional, descarada propaganda de Estado, en una Venezuela donde el gobierno que preside Nicolás Maduro tiene la hegemonía de los medios de comunicación social y el total control de los poderes civiles, se usan todos los recursos del Estado para impedir que los estudiantes críticos a la gesta revolucionaria sean vistos en la opinión pública como chamos soñadores. Así que mientras en las redes sociales y en lo que queda de la prensa independiente a los miles de muchachos que están en la calle manifestando se les denomina "estudiantes", en el masivo desprecio de los medios oficialistas jamás serán reconocidos como tal, y para referirse a ellos solo se usan mofas e insultos, de tal manera que los estudiantes que hoy protestan contra el gobierno revolucionario disten de ser vistos como "cañón de futuro".
Desde el poder comunicacional del Estado de Chávez para acá, los estudiantes que se atreven a salir a la calle a demostrar cualquier descontento de país no son sino unos "hijitos de papá y mamá", "manitos blancas", "nalgas blancas", "Chukis", "guarimberos", "terroristas", "fascistas"...  jamás, jamás, pero jamás, simplemente estudiantes. 
Despojando a los muchachos que manifiestan contra el Gobierno del epíteto "estudiantes" convirtiéndolos en "Chukis" o "guarimberos", se logra entender cómo hay quienes se puedan mostrar indiferentes, o prefieran mirar para otro lado, ante los hechos de violencia como los que han venido sucediendo contra nuestras universidades, siendo la más atacada la Universidad Central de Venezuela, "la casa que vence las sombras", donde muchos de los líderes del actual poder revolucionario, cursaron estudios y tienen un amplio currículo de quemacauchos en su pasado.
Claro, ellos considerarán que esos, los estudiantes de entonces, si estaban luchando "en el lado correcto de la Historia".  
Pareciera que lo que más les duele a algunos oficialistas es precisamente que la UCV sea mucho más grande que los intereses particulares de los ultrosos de los años 80, hoy ungidos de poder ilimitado, y que las universidades venezolanas a pesar del estrangulamiento oficial, no se rindan a las presiones del gobierno actual y de quienes intentan dinamitar la autonomía y pluralidad de ideas que siempre han sido motivo de orgullo ucevista, y de tantas otras universidades venezolanas cuyos estudiantes hoy están en pie de lucha. 
Siendo de alma ucevista me pregunto cómo harán aquellos ucevistas que simpatizan con el oficialismo para ver para el otro lado en momentos como cuando fuerzas paramilitares entraron de imprevisto en una asamblea de estudiantes en la Facultad de Arquitectura y le cayeron a palos a un grupo de muchachos; cómo hacerse los locos tras la explosión de un par de niples en esa misma Facultad, pero sobre todo, cómo se puede cerrar los ojos ante lo ocurrido el tres de abril cuando un par de estudiantes fueron desnudados y vejados por  un grupito de encapuchados de quienes insisten que el único lado correcto de la Historia, así sea a palos, solo puede ser el lado revolucionario.
El único lado correcto de la Historia solo puede ser cuando los estudiantes venezolanos dejen de ser divididos en estudiantes oficialistas o de la oposición, y vuelvan a ser simplemente estudiantes. 

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