miércoles, 28 de mayo de 2025

El tío Tru



 "Too brief a treat: The letters of Truman Capote"(Vintage Books, 2004) lo encontré casualmente limpiando la biblioteca de mi apartamento, sabrá Dios cuanto tiempo tendría cogiendo polvo antes de que me decidiera a abrirlo para ojearlo. Desde la primera carta escrita en el año 1936 dirigida a la Academia Militar donde estudiaba: "Como deben saber mi apellido fue cambiado de Persons a Capote, apreciaría que en el futuro se dirijan a mi como Truman Capote, todos me conocen por ese nombre", me atrapó este libro, compilado por Gerald Clarke, que recoge parte de lo que debió ser la extensa correspondencia de uno de mis escritores favoritos. 

La contraportada asegura que esta colección de cartas es lo más cercano a una autobiografía que tendremos de Capote, aunque el libro de entrevistas que le hiciera Clarke a Capote también se podría leer como un recuento personal de la vida del escritor nacido en New Orleans el 30 de septiembre de 1924, quien desde su temprana juventud fue una leyenda considerado un joven prodigio de las letras, publicando antes de los 25 años un par de novelas cortas: "Other voices, other rooms" (1948)  y "The Grass Arp"(1951) que lo posicionaron desde muy temprano como uno de los escritores más importantes de su generación. Consolidando su fama tras la publicación de una tercera novela corta: "Desayuno en Tiffanys" en 1958.

  Capote, cuya madre lo tuvo a los 16 años y su padre biológico fuera un cometa en su vida, fue adoptado por su padrastro de origen cubano, Joe Capote, de ahí la carta aclaratoria con la que comienza "Too Brief..." (título que se podría leer como un doble significado a la diminuta estatura del escritor). Little Tru vivió parte de su niñez al cuidado de sus primas, desde su adolescencia tuvo clara su vocación de escritor como se manifiesta en una carta a la directora de la comunidad de escritores Yaddo:

"Querida sra Ames: Estoy interesado en la posibilidad de pasar un tiempo en Yaddo este verano, trabajo en un libro, mi primera novela, que espero terminar en el otoño; el libro será publicado por Random House.  Robert Linscott es mi editor. Mis cuentos han aparecido en Harper´s Bazaar, Mademoiselle, Story... Tengo veintiún años, soy del Sur de los Estados Unidos, vivo en Nueva York. Durante un tiempo trabajé en The New Yorker, después leí manuscritos para una productora de películas, recopilé anécdotas trilladas para una revista...  con la ayuda de un editor, por fin podré dedicarme de lleno a la escritura". 

 Con semejante curriculum a tan corta edad Capote logró conseguir la ansiada estadía en la famosa comunidad de escritores en Saratoga Springs, NY,  donde habría de terminar de escribir a los 23 años su primera novela: "Otras voces, otros ámbitos", basada en su infancia bajo el cuidado de sus primas/tías.

En "Too Brief a Treat" se recogen cartas a muchas de las personas más importantes de la vida de Capote pero también se extrañan cartas a otros personajes como sus famosos Cisnes, imagino que tras la publicación de "Plegarias Respondidas", donde Capote escribió sobre el affair del marido de una de sus mejores amigas con una matrona de la sociedad de Nueva York, las Cisnes, que nunca le perdonaron la traición, habrán quemado las cartas del chismoso escritor quien no comprendía el porqué de tanta furia: "Pero si es lo que yo hago: ¡soy escritor!".  Esta ausencia se compensa en creces con una ventana a la intimidad de Capote: la amistad con la familia Dewey, siendo Alvin Dewey el Jefe de Policías que llevó la investigación de la masacre a la familia Clutter, tema de la obra más importante de Capote: "A Sangre Fría", punto de partida de la Literatura de No Ficción

Capote, que según se destila en sus cartas vive en Europa -porque se vivía más barato que en NY- a menudo recluyéndose en pequeñas ciudades a escribir junto con su pareja Jack Dumphy; relacionado con Cecil Beaton, con los Selznick  con Lee Radziwill, con Kate Graham, con los Bowles; pareciera encontrar en los Dewey ese calor de familia que apenas tuvo en su infancia. Se escribía regularmente con el inspector y su esposa Marie al tanto de noticias del día a día de la familia como si de una tía se tratara, también ansioso de que por fin le llegara la noticia que la fecha de ejecución de los asesinos de la familia Clutter, fecha que tanto se postergaba, porque hasta que no ejecutaran a los culpables, por quienes llegó a sentir inmensa empatía, no podría ponerle punto final a la obra que le había chupado casi todas sus energías como escritor. 

Las cartas a los Dewey son en su mayoría dirigidas a Alvin y Marie Dewey, a partir de 1964, comienza la correspondencia con Alvin Dewey III, el hijo adolescente de la  pareja que quiere ser escritor como el tío Tru. Capote, quien en correspondencias anteriores manifestara que no le gustan los niños, muestra una nueva faceta que ni el mismo sabría tener: el Truman tutor. 

En esta parte de libro busqué un lápiz y comencé a subrayar los consejos de escritura del tío Tru: el primer consejo que le da Capote al joven aspirante de escritor es leer, leer y leer, pero también escribir todos los días aunque sea un párrafo, porque escribir no se aprende con lecciones, sino en la práctica, escribir se aprende escribiendo, pero sobre todo escribir se aprende leyendo, leyendo tanto hasta que  se pueda distinguir entre lo malo y lo bueno.

La primera lista a leer al joven Alvin: 1)"The red badge of courage" de Stephen Crane; 2)-"My Antonia" de Willa Crater; 3)-"A lost Lady" de Willa Carter; 4)-"Los cuentos completos" de Katherine Mansfield  y 5)-"El corazón es un cazador solitario" de Carson McCullers.

Continua el tío Tru en carta desde Bridgehampton, NY, mayo 1964: "Podrá parecer una lista curiosa; pero tengo mis razones. Es solo el principio, cuando los hayas leído te mando otra lista. Si no consigues alguno de estos libros en la biblioteca, avísame y lo conseguiré para ti. Mientras tanto, olvídate de publicar, tienes mucho tiempo por delante, y mucho camino por recorrer. Y difícil. Pero con tu sensibilidad y tu imaginación, creo que lo lograrás. Yo te ayudaré en lo que pueda". 

Dos meses después continua la lección tras el feedback del joven aprendiz de escritor/lector de esa primera lista de libros: "No se puede aprender de un libro, por lo menos artísticamente, a menos que nos absorba su lectura. No es un proceso consciente, o rara vez lo es. Solo aprendemos de lo que disfrutamos. Si un libro, o un cuento, te fastidia, mejor déjalo. En este punto, lo único que me interesa es que aprendas a distinguir entre mala escritura y buena escritura", 

Y de ahí pasa el tío Tru a una segunda lista de lectura al joven Alvin donde resalta: "Out of Africa" de Isak Dinensen: "Un libro maravilloso que tienes que leer". 

No sabemos si el joven Alvin llegó a desarrollar su carrera de escritor, googleo su nombre y solo leo noticias relacionadas a su padre y el famoso caso que conmovió a Kansas, en el que se basó una de las obras maestras de la Literatura del Siglo XX. Lo que si sabemos es que el tío Tru después de la publicación de "A Sangre fría" como que se fundió, aunque todavía le faltara por publicar esa estupenda colección de crónicas titulada: "Música para camaleones", antes de su triste final a los 59 años, en la ciudad de Los Angeles el 25 de agosto de 1984, de una posible sobredosis, abandonado por las musas, por sus cisnes, y no sé si por su familia de afecto en Kansas. 

 




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