viernes, 20 de mayo de 2011

La guitarra de Shakira


Reflejo del estado de crispación en el que vivimos los venezolanos fue la que se armó por el regalo de la guitarra de Shakira. Para quienes no estén al tanto del caso, hace algunos días el ministro de Comunicación e Información de la República Bolivariana de Venezuela, Andrés Izarra, agradecía vía Twitter a la cantante colombiana por regalarle una guitarra con su firma al presidente Chávez.
No habían pasado segundos del agradecimiento público cuando la pajarera se llenó de insultos contra la artista, se le llamó de arrastrada para arriba. La verdadera Latin-American Idol, que días antes había llenado el estacionamiento de la Universidad Simón Bolívar, súbitamente se convirtió en persona non-grata para media Venezuela.
Un día después de armado el zaperoco, como dirían en lenguaje twitero venezolano, Shakira preguntó ante la prensa: "#quesjeso", asegurando que ella no le había mandado ninguna guitarra a Chávez. Resulta que en su visita a Caracas los organizadores del concierto (Evenpro) le dieron un par de guitarras pidiéndole que las firmara para hacer relaciones públicas. Dice ella que no se le especificó los destinatarios, pero hoy ya todos sabemos para quién era una de estas guitarras rosadas semejante a la de Jossie y las pussycats.
La raya le correspondía a Evenpro.
El ministro Izarra, que el pendejo lo tiene bien lejos, agradeció públicamente el regalo presidencial de Shakira para picar a la oposición, su manera de hacerla saltar como un alacrán para derramar veneno. Y muchos cayeron en la trampa de la intolerancia. Nos hemos vuelto predecibles.
Este es el segundo caso de un escándalo por una guitarra autografíada que recuerdo. Hace algunos años, poco antes de morir George Harrison, su oncólogo le pidió que le firmara una guitarra para su hijo adolescente. La familia del compositor de While my guitar gently weeps se sintió tan indignada por lo que les pareció una falta de ética profesional, aprovecharse de un moribundo famoso, que demandó al médico por una alta suma de dinero.
Este cuento me pareció insólito no por el médico sino por la familia de George Harrison, mira que venir a demandar a la persona a quien le habían puesto los últimos días del Beatle a su cargo, ¿acaso un médico no puede ser un fan enamorado? Y si erró al pedir un autógrafo, si pecó de humano, ¿su falta de juicio vale perder su licencia profesional y una demanda millonaria?
Quizás porque nunca aprendí a tocar guitarra, me cuesta entender la alharaca sobre una guitarra firmada, para mi una guitarra es un instrumento hermoso, jamás se me ocurriría rayarla ni por el mismísimo Dios Eric Clapton. La verdad es que hasta hace relativamente poco no sabía que esta era una práctica común, me enteré hace unos años cuando el gran Simón Díaz visitó el colegio de mis niños. Fue una mañana en la que se reunió a todos los alumnos de la escuela en el auditorio, el tío Simón tocó su cuatro para los niños, y los niños tocaron sus cuatros para él. Al final del evento, los mini-fans hacían cola emocionados para que uno de los más grandes músicos populares venezolanos les firmara sus cuatros.
Por eso pienso que si lo que dicen es cierto, si es verdad que la guitarra de Shakira hoy está en manos de la pre-adolescente Rosa Inés, bien por ella.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quien es Rosa Ines, la hija de Chaves?

Adriana Villanueva dijo...

Hace rato estaba pensando que los no venezolanos no sabrían quién es Rosa Inés, es la hija menor de Chávez que tiene como 12 o 13 años, una dulzura de niña que vive con su mamá.