lunes, 27 de febrero de 2012

Noche de botox y cenizas


El botox las primeras décadas de 2000 es el equivalente al macartismo entre los años 40 y 50: ha acabado con decenas de carreras en Hollywood, eso pensaba mientras veía al fabuloso Billy Cristal presentando la 84va entrega de los premios Oscar con su gracia característica pero el rostro desfigurado de tan jalado que está.
Minutos antes Sandra Bullock, luciendo un modelo de Marchesa de espalda escotada, también parecía que le habían planchado la cara perdiendo su gracia natural.
La lista de víctimas de botox es enorme: va de Meg Ryan a Nicole Kidman, no perdona ni siquiera al gran Al Pacino. El exceso de botox ha desfigurado a buena parte de las estrellas de Hollywood que pasan los 40 años, porque el botox es como el dinero y los kilos de más, no se pueden ocultar. Quizás por eso la carrera de Meryl Streep es longeva: tiene los mejores ángulos faciales desde Katherine Hepburn y pasados los 60 años no ha perdido la cualidad de ser una actriz versátil, y aunque su rol en Mamma Mía fue capaz de demostrarnos que hasta Meryl Streep puede ser víctima de una mala decisión de casting, interpretando a Margaret Thatcher en La dama de hierro resultó tan convincente para los miembros de la Academia como para arrebatarle el Oscar a Viola Davis, la favorita sentimental por su rol de la sufrida nana Aibileen en The Help.
¿Merecía Meryl Streep la estatuilla sobre la conmovedora actuación de Davis o sobre lo que parece la perfecta personificación de un hombre de Glenn Close en Albert Nobbs? No sé porque de las tres películas mencionadas a Venezuela solo ha llegado The Help.
Alguien lo decía ayer por twitter: "El 98.98 % de los venezolanos vimos las películas nominadas al Oscar en quemaítos", de las nueve nominadas como mejor película antes de la ceremonia del Oscar, en Venezuela solo habían estrenado: Moneyball, The help, Midnight in París, y pare usted de contar. De algunas de las otras seis películas los distribuidores anuncian su próximo estreno, imagino que la rapidez dependía hacia dónde se iba la balanza del Oscar este año, así que dentro de poco estarán en cartelera Hugo y El Artista; las grandes ganadoras de la noche.
Por otro lado, dudo que El árbol de la vida de Terence Malick se estrene en nuestro país, con suerte en una sala de Arte y Ensayo. En cambio Jack & Jill, la película que ayudó a Adam Sandler a alcanzar la cifra récord de 11 nominaciones de los premios Razzies de lo peor del cine, incluyendo peor actriz y peor actor, no tardó en llegar a la cartelera nacional.
Aunque parezca una apología al quemaíto, muchos cinéfilos, sobre todo los que no tuvieron la oportunidad de viajar el año pasado, están al giorno a la hora de la entrega del Oscar gracias a los cidiceros que venden "solo calidad". Yo me anoté en ese porcentaje hasta un punto, por ejemplo, The Artist no quise verla en quemaíto, algo me dice que la ganadora del Oscar este año es una película que para disfrutarla bien hay que hacerlo en pantalla grande, al igual que El árbol de la vida y la ignorada por  la Academia Melancolía de Lars Von Trier. En cambio Los Descendientes de Alexander Payne, a pesar de sus vistas de Hawai, era una película capaz de ser disfrutada en televisión, así que la vi horas antes de la entrega del Oscar y a mi novio George Clooney le iba como mejor actor. Pero el protagonista de The Artist, Jean Dujardin, le arrebató la estatuilla al guapo George en lo que fue otro momento Roberto Begnini de la historia del Oscar.


Lo mejor de la noche fue el desfile de estrellas en la alfombra roja, sobre todo seguirlo por twitter, si algún voto fue unánime entre las twiteras fue la admiración compartida por George. Los gustos en cuestión de trapos variaron, y no pudimos ponernos de acuerdo si esa sacada de pierna de Angelina Jolie vestida de Atelier Versace fue espectacular, o esta demasiado flaca, parece un garfio.
Pero el mejor momento no fue ni el Elie Saab de Milla Jonovich, ni el Givenchy de Rooney Mara, ni lo linda que se veía Octavia Spencer; lo mejor de la noche fue la llegada de El Dictador (Sasha Baron Cohen) cargando las cenizas de su colega Kim Jonh Il antes de desparramarlas sobre el smoking de Ryan Seacrest: "Ahora cuando te pregunten a quién tienes puesto, puedes contestar: Kim Jonh Il". El locutor trató de salir bien del paso al ver su traje impregnado de lo que resultó ser harina de panqueca: "Sabía que algo parecido estaba por venir".
Chamo, Ryan, es que en los Dictadores no se puede confiar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que ud no sabe que tambièn puedes ver pelìculas en computadora vìa internet. He visto casi todas las nomindas al OSCAR poe esa vìa ya que aqui el règimen no me lo permite.

Y la mejor sin duda fue Meryl Streep merecido su premio al igual que The Artist.

Adriana Villanueva dijo...

Gracias por el dato, amigo anónimo, aunque que se pueden bajar las películas por computadora (de manera legal -pagando- o ilegal- for free-) lo sabe hasta mi abuelita de 91 años, pero pareciera que muchos en Venezuela como que nos vamos por la opción quemaítos, por algo es uno de los negocios más prósperos en la actual Venezuela. Y lo seguirá siendo mientras los distribuidores no se pongan las pilas y dejen de ofrecernos más que Jacks & Jills. Más allá de la ética contra la piratería, creo que un verdadero amante del cine entre la alternativa de ver una película en cine y verla en TV, siempre se irá por la primera.

Anónimo dijo...

Muy buena tu crónica y graciosa la ocurrencia de Sasha Baron Cohen de cargar una urna con las cenizas del dictador norcoreano. En cuanto a las piernas de la Jolie, el escritor Salvador Fleján hace un comentario gracioso en Facebook...La verdad es que no me gustó esa cara rellena que tiene ahora Billy Cristal...no lo reconocía en la introducción. En cuanto a las películas que podremos ver, hace unas cuantas noches en el programa Buenas Noches invitaron a unos distribuidores de películas y explicaron que la tardanza se debe..¿adivinas?..a ¡CADIVI! que no agiliza la entrega de recursos para traer películas...recuerda que estamos en un país en el que el "jefecito" quiere decidir hasta lo que veamos en el cine, lo que debemos leer, etc. Saludos.

Adriana Villanueva dijo...

Jajaja, ya leí que Fleján anoche tuvo pesadillas con "las canillitas pescuezo de pollo" de Angelina Jolie. En cuanto a la dificultad de traer películas gracias a la traba de Cadivi, lo que da rabia es que cuando los distribuidores consiguen las ansiadas lechugas las usan para traer películas como Jack & Jill.