miércoles, 20 de febrero de 2013

La supuesta heredera de Patricia Highsmith


El best seller de moda en los Estados Unidos es Gone Girl de Gilliam Flynn (todavía sin traducción al español). Publicado en junio de 2012, la tercera novela de Flynn fue elegida en Amazon como "El libro del mes", ahí comienza el vertiginoso ascenso de esta novela de suspenso que trata sobre una mujer desaparecida en un pequeño pueblo en Missouri, las sospechas recaen sobre su guapo marido. 
 Uno de los géneros con más éxito en el mercado de venta de libros en los Estados Unidos es el de las novelas de misterio y suspenso, Mistery and thrillers, se dice en inglés, una categoría donde salen libros y autores cual si fuera una fábrica de salchichas. ¿Con tanta competencia, cómo logra un escritor pegarla de home run?
Leyendo Gone Girl es fácil darse cuenta que con un producto correcto, un buen golpe de suerte, y promoción, promoción, promoción. 
A mí por lo menos me agarraron por la promoción, me gustan los buenos libros de Misterio, pero en tan vasto universo, cómo determinar cuáles valen la penas y cuáles no. En el caso de Gone Girl me llamó la atención no su posicionamiento en la lista de best sellers, sino la promoción de Gilliam Flynn (1971) como la indiscutible heredera de Patricia Highsmith (1921-1995). 
Ahí me agarraron y bajé el libro por Amazon. 
En capítulos que alternan las voces de los protagonistas, Gone Girl narra la historia de Amy y Nick Dunne, pareja que atraviesa una crisis matrimonial al mudarse de Nueva York a Missouri donde Nick, con lo que queda de la fortuna de Amy, abre un bar con su hermana. 
La voz de Nick narra en presente a partir del día en el que su esposa desaparece de su casa dejando rastros de sangre. La voz de Amy es su diario en el que cuenta su relación con Nick, desde sus inicios cuando parecían ser la pareja perfecta este periodista freelance, y la autora de tests psicológicos para revistas femeninas, cuya fortuna provenía gracias a que sus padres se inspiraron en su infancia para escribir la exitosa serie de libros infantiles "Amazing Amy".
 La duda de qué pasó con Amy que domina la primera mitad del libro, y eventualmente, cuando parte del misterio se aclara al lector y comienza un juego del gato y el ratón, un quién es la víctima, el cómo irá a terminar esta historia de desamor es el gancho de la chica desaparecida que ha convertido a la guapa Gillyam en la nueva reina de ventas en el competido mercado editorial estadounidense.
Pero, ¿heredera de Patricia Highsmith?
Algún alma traviesa en Amazon como que decidió desenmascarar la fuente de semejante parecido, y hace unas semanas en las ofertas digitales del día estaba A suspension of mercy (Crímenes imaginarios, 1965) de Patricia Highsmith. Pensé que en mis años universitarios había leído todas las novelas de mi entonces escritora favorita, pero busqué en mi biblioteca y no la encontré, así que por  $1.99 bajé A suspension of mercy en Kindle y comencé a leer lo que desde el primer capítulo me pareció una mejor versión de Gone Girl. 
Sidney y Alicia conforman una joven pareja que comienza a dar signos frente a sus amigos de que su matrimonio no anda bien. Sidney (al igual que Nick) es un escritor al que le cuesta ganarse la vida con su trabajo, sus proyectos, uno tras otro, son rechazados. Alicia (al igual que Amy) es hija única y privilegiada de cuyo dinero vive la pareja. A este cocktail se añade la reciente mudanza de una vecina voyeur, una dulce viejita que no quiere causar problemas y pronto se gana el afecto de sus vecinos. Cuando Alice desaparece, las sospechas de los amigos, sus padres y la policía recaen inmediatamente sobre Sidney, quien lejos de demostrar su inocencia, provoca, con la ayuda de la vecina mirona, que el aura de ser culpable crezca.  
La diferencia entre Flynn y Highsmith es lo que diferencia a una simple escritora de un best seller y la maestra del género de suspenso, eso que llaman atmósfera. Flynn se afinca en la trama, en unir un punto con el otro, y aunque crea un misterio, no hay un mundo interesante ni en el uso del lenguaje ni en el desarrollo de sus personajes. Por el contrario Highsmith se regodea en los pequeños detalles de la vida de este matrimonio de un norteamericano y una inglesa que viven en la campiña británica, y más que en los pequeños detalles, Highsmith logra esa atmósfera especial e irrepetible gracias a la destreza de narrar desde la torcida mente del escritor psicópata, que juega a confundir los límites de  la realidad con los de la ficción.
Tanto Gone Girl como A suspension of mercy se consiguen digital. Imagino que Gone Girl, como todo éxito editorial, no tardará en ser traducida al español y llegará más temprano que tarde a nuestras librerías. Crímenes Imaginarios está publicado por Anagrama, dudo que se encuentre en la actual Venezuela.

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