En julio
2014 participé en Facebook en el reto #30libros, especie de memoria emocional literaria
con etiquetas como “Historia con un gran antagonista”, “Libro recomendado por
muchos que a ti no te gustó”, “Libro que te recuerde a tu mamá”… Había categorías difíciles de escoger como por
ejemplo: “libro que nos hizo reír”, hay
muchos. Había otras categorías que me remitieron inmediatamente a un título,
ese fue el caso de “Libro que explique a tu país”, para mí esa fue una
categoría sin competencia ni titubeos, el libro que mejor explica a Venezuela y
a los venezolanos es Doña Bárbara de Rómulo Gallegos.
Publicada
en 1929, ¿puede haber una mejor analogía con la actual Venezuela que la
historia se desarrolle en un hato llamado “El Miedo”? En 2004 escribí una crónica asegurando que
Doña Bárbara era la más contemporánea de nuestras novelas, diez años después, la
barbarie sigue derrotando a la civilización, aunque hoy no hay una referencia inmediata a Doña
Bárbara como en 1929 lo era el General Gómez, y en 2004 para muchos venezolanos
lo fue el entonces presidente Hugo Chávez Frías. Hoy pareciera que la doña se
perdió en el Arauca, y esta República Bolivariana quedó en poder de una banda
de Mujiquitas, Balbinos Paibas y Ño Pernaletes, funcionarios corruptos y
acomodaticios que por un lado se hacen zancadillas, y por el otro se protegen
entre sí.
Los
Mr. Danger tampoco faltan en esta Venezuela revolucionada, solo que hoy el
extranjero que chupa y explota el jugo del subdesarrollo y la barbarie ajena ya
no es exclusivamente gringo, ahora nuestros Mr. Danger son de diversas
nacionales: cubanos, chinos, rusos, iraníes, un sin fin de hermanos
latinoamericanos, unos cuantos norteamericanos, la izquierda caviar europea, y
más recientemente, la participación especial de Holanda.
Lorenzos
Barqueros hay por doquier, anestesiados, viviendo en sus parcelas áridas,
entregados a la desolación, al conformismo, al “ya todo está perdido, luchar
para qué”.
Pajarotes,
Juan Primitos… esos son los que más abundan, el pueblo, el venezolano de a pie,
no importa su afiliación política, haciendo cola de horas para conseguir comida
y artículos de primera necesidad de lo poco que se produce en el Hato El Miedo,
pasando trabajo para encontrar los medicamentos que necesitan para ellos o sus
familias, asustados no se vayan a topar con un malandro en el camino; mientras
los Ño Pernaletes y Balbinos Paibas en el poder andan protegidos con escoltas y
se forran los bolsillos de billetes verdes, gracias a eso que hoy se llama
“Empresas de maletín”, grandes fortunas construidas desangrando nuestra nación
con total impunidad.
Pero
los Mujiquitas deben estar molestos, ellos reciben migajas, Cadivi se ha puesto
duro, y ahora ante la deuda con las líneas aéreas internacionales está muy
difícil conseguir pasaje a Orlando, ¿cómo llevar a los muchachos a Disney
World?
Mariselas
son nuestros estudiantes, despertando al mundo, no conocen otra vida sino la
del Hato El Miedo, pero sueñan con vivir en una Venezuela mejor, sin censura ni
represión, no en esta República en la que por más diplomas que alcancen,
parecen condenados a sueldos miserables cuando no al desempleo. Qué tristeza
que hoy para muchos Mariselas la
única opción para vivir en la civilización sea emigrar.
¿Y
quiénes son los Santos Luzardo? Cada quien en su estilo, y a pesar de sus
desavenencias, son aquellos líderes que con firmeza y valentía insisten en la
lucha porque la civilización venza y
dejemos de vivir en El Miedo.
Y si
seguimos el ejemplo de la novela de Gallegos, y las nuevas generaciones de
venezolanos optan por no claudicar, tarde o temprano, así será.
Artículo de agosto para la página web de El Nacional porque papel no hay
1 comentario:
Desde hoy siguiendo tu blog y trabajo. Un placer!!
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