miércoles, 6 de junio de 2018

El país sin pan


 Salí de Venezuela apenas por diez días y a mi regreso encontré que se fue la dueña de la panadería de la esquina, que hasta hace no mucho -y todavía cuando aparece la harina-, venden el mejor pan del planeta 
Y del universo
No me supieron decir si la señora de origen portugués se está tomando unas largas vacaciones de esta, su tierra de acogida, o si se fue para no volver (ya su paisano, el dueño del abasto del vecindario, se fue, dicen que sin planes de regreso)
Por lo oído -que yo no estaba- aunque la panadería sigue abierta, desde hace más de dos semanas no han podido sacar ni una canilla de pan por falta de harina, ni hablar de pan gallego o campesino, que son su especialidad
En semejante crisis panadera estamos desde hace más de un año en Venezuela
A veces reparten sacos de harina por las panaderías, entonces sacan pan a la venta y se forman enormes colas para hacerse de tan raro bien en nuestra sociedad. Los clientes aprovechan para llevarse tres o cuatro panes, los que sus bolsillos y las regulaciones les permitan, para guardarlos en el refrigerador para aquella comida especial
pero desde hace ya varios meses la mayoría de los días las panaderías se ven obligadas a guindar una cartulina escrita con marcador para que la distinguida clientela ni se moleste en entrar a menos que se busque otro insumo, porque lo usual hoy en las panaderías venezolanas es leer el aviso: "No hay harina, no hay Pan".
¿Cómo sobrevive una panadería la escasez de harina? Como sobreviven las farmacias venezolanas la falta de medicinas, las caucheras la falta de cauchos, los bancos la falta de dinero en efectivo, las librerías la falta de libros.
A duras penas
Hasta que dejan de sobrevivir, y cierran
Pero allí siguen porfiados en la panadería de mi barrio los empleados que quedan, vendiendo jugos pasteurizados que pocos compran. O un café, que se ha vuelto un lujo. Si acaso de vez en cuando entra un cliente y se lleva unos gramos de jamón o de queso o de mortadela, bien sabe quien se lleve embutidos que difícilmente podrá hacer un sandwich con ellos, porque inclusive pan de sandwich no es fácil de encontrar
Ni soñar comer los embutidos con arepa porque harina de maíz #TampocoHay
"mejor para la dieta" dirán los que siempre ven el vaso de agua medio lleno
y ahí siguen los empleados de la panadería de mi barrio esperando que la fortuna en Venezuela se   tuerza y por fin llegue harina de manera regular, que no se puede vivir y trabajar con tanto sobresalto... ni con tanto hastío. Esto de equiparar sobresalto con hastío pudiera parecer una contradicción pero en Venezuela el hastío y el sobresalto cuando no van de la mano, se alternan
y lo peor es que los empleados, la dueña de la panadería, y quienes nos quedamos con ganas de comer la tortilla de papas con pan, ya casi perdimos la esperanza de que en esta Venezuela Revolucionaria algo pueda cambiar en un futuro cercano 
cambiar para mejor, que cambiar para peor ya estamos acostumbrados
la esperanza es lo último que muere, aunque muchos opinen lo contrario, que la esperanza en esta Venezuela hace rato que murió
En la República Bolivariana de Venezuela la esperanza está como la Bella Durmiente, durmiendo un sueño largo (solo que si la Bella Durmiente dormía un sueño plácido, en Venezuela se duerme una pesadilla)
¿Será este sueño/pesadilla como el de la princesa Aurora? Una maldición centenaria de la que quizás varias generaciones de venezolanos moriremos sin ver el despertar
Mas se equivocan quienes apuestan por la muerte de la esperanza en Venezuela, puede que tengan razón en su pronóstico pesimista, pero la esperanza nunca muere, solo se confisca, en estas tierras, por decreto militar
Los venezolanos que aquí porfiamos en seguir nos tenemos que aferrar a ese hilo de esperanza que de vez en cuando se deja colar, no queda otra
confiar que más pronto que tarde, tras un verdadero giro político 
entre tantas otras normalidades  
los venezolanos volveremos a saber lo que es comprar pan cada vez que nos apetezca 
como en un país normal.

1 comentario:

Alí Reyes dijo...

Esta nos ha tocado vivir. Dios tenga misericordia de nosotros
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Vengo de leer la historia de los dos Joaquines en APRENDIENDO A FLOTAR. -son varias historias bellas todas pero con un final triste...esperemos que solo hasta ahora.
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A tus órdenes en tigrero si quieres copiar lo que sea de allá. Tengo bastante material. Algo hay luego de 10 años posteando

www.tigrero-literario.blogspot.com