lunes, 17 de junio de 2019

Del día que Yonlí visitó las intensidades


Uno de los personajes más aborrecidos en la actual twitterzuela es el periodista norteamericano Jon Lee Anderson por la displicencia con la que twitea sobre el drama revolucionario que se vive en Venezuela. No se manifiesta con admiración y apoyo incondicional con el régimen de Nicolás Maduro, como el ex Pink Floyd Roger Waters (hoy  mejor conocido como Rogelio Aguas), a quien Maduro le mandara un cuatro (instrumento musical típico de Venezuela) firmado por él, como agradecimiento ante el respaldo del músico británico en la lucha revolucionaria del pueblo venezolano contra una posible intervención imperialista. 
Yonlí como se le llama en las redes creo que por invención del escritor Rodrigo Blanco Calderón, o por lo menos fue quien lo popularizó, podrá no simular fácilmente sus simpatías con los procesos de izquierda pero tampoco es bruto, por el contrario, es muy inteligente, el periodista norteamericano sabe que el régimen de Maduro es indefendible, sin embargo no pierde oportunidad para regocijarse de los tropezones de la oposición: en su reciente artículo en la revista The New Yorker el presidente encargado Juan Guaidó queda como un torpe muchachón, entrevistando Yonlí inclusive a su supuesto brujo de cabecera - a quien llama astrólogo- quien se refiere a Guaidó como la reencarnación del Cacique Guaicaipuro, imaginería ejemplar de la propia República Bananera. 

Una puntada más para la teoría que lo que sucede en Venezuela no es un tropezón de la izquierda en general sino el proceso histórico que por lo visto nos merecemos los venezolanos. 

Ayer Yonlí demostró hasta que punto puede llegar su inquina burlándose del caos que se vive en Venezuela cuando tras el apagón en el sur del continente americano que afectó durante horas a Argentina y Uruguay, twitteó: 

"So electrical blackouts are not exclusively evidence of the failure of socialism and Venezuelan “castrochavismo,” then?! 🤭".

 Tonto emoticón mediante, no quiso entrar en detalles Yonlí que el problema de energía en Venezuela no es una falla puntual, tiene años por falta de mantenimiento de las plantas hidroeléctricas, plantas como la represa del Guri que alguna vez fue el mayor orgullo tecnológico de Venezuela, y que hoy por la desidia e irresponsabilidad revolucionaria mantiene a oscuras y desconectados por días seguidos a gran parte de nuestro sufrido país. Problema que no parece tener pronta solución.

De hace unos meses para acá el periodista que escribe en medios tan prestigiosos como las revistas The New Yorker y Gatopardo, autor de la biografía del Che Guevara, célebre por sus perfiles de líderes latinoamericanos autoritarios como Chávez, Fidel y Pinochet, se encuentra en una poco digna batalla de dimes y diretes en twitterzuela: quien lo tagüeé con una crítica, corre el riesgo que le salga una agresiva y cínica respuesta de Yonlí en un no siempre perfecto español.
Cuando empecé a escribir en El Nacional de las primeras lecciones que aprendí fue que ante cualquier reacción negativa a lo que escribiera debía seguir aquello de "don´t explain, don't disdain, don't complain" ni explicarme, ni desdeñar, ni quejarme por las reacciones negativas de los lectores, lógica que he tratado de seguir, no siempre con éxito. 
Por eso en el 2010 tras escribir una Intensidad -crónica que no publiqué en El Nacional porque era demasiado larga para mi columna quincenal- titulada "A Jon Lee Anderson no le gustó mi franela" sobre cuando Anderson vino a Caracas a presentar su libro sobre el Che Guevara en Cultura Chacao, y me sentí incómoda por haber ido vestida con una franela de Che Groucho Marx, como se volvió una de las intensidades más leídas hasta entonces, cuando meses después hice un ranking de las Intensidades, recuento que no leyó ni mi mamá, cual no sería mi sorpresa al recibir una respuesta de alguien que se firmaba Jon Lee Anderson:

 " Tu "franela," Adriana? Tu eres la chica con la camiseta del Che? Pues, creo que te has mal-interpretado mi reaccion a tu atuendo, pero ni modo, veo que es mas bien mi presencia "gringa" "superficial" e "izquierdon" en Caracas que te molesto. Ni modo, supongo que ahora no me queda mas que pedir a Oliver y Noam para pedir entrada a su club, ya que no soy miemmombro oficial aunque lo dices tu. 
Superficialmente zurdo -- y (que horror!) anglosajon, Jon Lee
4 de febrero de 2011, 16:0

No lo podía creer, qué emoción, el célebre Jon Lee Anderson había pasado por mi taguara así fuera con su cinismo habitual para dárselas de gringo incomprendido, en ese momento sentí una mezcla de orgullo y vergüenza, ay qué pena, haber sabido que venía semejante visita habría barrido mejor la casa. Semanas después de recibido tan ilustre comentario, conversando con un periodista amigo del hoy mejor conocido en twitterzuela como Yonlí, al contarle que el autor de la biografía del Che había dejado un mensaje en Evitando Intensidades, me aseguró que ese no podía ser su pana Jon Lee, me vacilaron, él lo conocía bien, Anderson es una leyenda del periodismo mundial, un periodista serio que no iba a estar perdiendo su valioso tiempo contestando provocaciones en blogs.
Ocho años después que creí haber recibido la visita en las intensidades del legendario Jon Lee Anderson, después de bajarme de esa nube de pensar que pudiera ser él quien me dejara el mensajito, hoy me doy cuenta de que fue Yonlí, fue Yonlí.

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