sábado, 12 de julio de 2008

Vistas por casualidad


PIEL DE SERPIENTE

A veces no podemos evitar las intensidades, como la noche de un jueves en la que tras sintonizar en el canal de películas clásicas el final de “Come september”(1961), film dirigido por Robert Mulligan con el recontraguapísimo Rock Hudson y la espectacular Gina Lollobrigida, después de que la fogosa diva italiana vestida de novia recupera al elusivo galán americano en una estación de tren en Portofino; me quedé con las ganas de ver más películas de las de antes, y en lugar de cambiar a “CSI NY” en AXN, preferí esperar a que comenzara “The fugitive kind”, traducida al español como: “Piel de serpiente”(1959), protagonizada por otro recontraguapísimo muchacho americano, esta vez Marlon Brandon, seducido por una más que fogosa italiana: la signora Anna Magnani.
Suponía que de Hudson a Brandon y de la Lollobrigida a la Magnani, habría un drástico cambio de comedia ligera a intenso drama, pero jamás imaginé que al finalizar las dos horas de película terminaría tan aplastada como una cucaracha en un estacionamiento.
En la presentación previa a su inicio, al ver que además de Anna Magnani y de Marlon Brando el film contaba con las actuaciones de Joanne Woodward y Maureen Stapleton, ya estaba enganchada, y cuando leí en los créditos que el guión era de Tennesse Williams bajo la dirección de Sydney Lumet, mandé a los muchachos a dormir cerrando la puerta de mi cuarto porque sabía que me esperaba un festín de excelentes actuaciones y mejores diálogos.
Estudié la mención Artes Escénicas en la Escuela de Artes de la UCV en los años 80, y Tenesse Williams era uno de mis autores favoritos, pero no recordaba ninguna de sus obras de teatro titulada “The fugitive kind” (algo así como “Del tipo fugitivo”), en los créditos vi que se trataba de una versión cinematográfica de “El descenso de Orfeo”, obra que si me resultaba familiar pero que no recuerdo haber leído.
La película comienza con un largo monólogo con la cámara fija en el rostro de Val Xavier, Marlon Brando treinteañero en el papel del vagabundo con guitarra al hombro que promete en una estación de policía abandonar la ciudad de Nueva Orleáns y no meterse más en problemas.
Semejante guapetón con chaqueta de serpiente es imposible que no se meta en problemas porque cautiva a las damas tan solo mirarlas. Quiere el destino que llegue en una noche de tormenta a un pequeño pueblo en Tenesse donde caerán rendidas por él Vee(Maureen Stapleton)la esposa del comisario, bondadosa y sensible mujer casada con un tirano; Carol(Joanne Woodward) la ya no tan joven chica rica y rebelde del pueblo; y Lady (Ana Magnani), esposa del moribundo dueño de la tienda donde Val consigue empleo como dependiente, una sensual mujer que jamás se recuperó de un primer amor frustrado, y que veinte años después, se encuentra encadenada a un matrimonio sin amor.
Desde la mirada penetrante del hombre culebra hasta las ojeras libidinosas de su patrona, además del exagerado afán de aturdirse de la chica rebelde y la necesidad de pintar y pintar de la mujer del policía, anuncian lo que anuncian todas las obras de Williams desde sus primeras líneas, que tantas pasiones contenidas se desencadenarán en una tormenta final con nefastas consecuencias.
“Orpheus descending” dista de ser la mejor de las obras de Tennesse Williams, pero fue una de sus primeros intentos dramáticos escrita en 1940 bajo el título “La batalla de los ángeles”, entonces la obra fracasó en Boston y no llegó a Broadway, siendo engavetada durante casi veinte años. En 1957, ya acostumbrado a montar con éxito lo que escribiera, Williams retomó su obra de juventud y quiso renovarla afincándose en el mito griego del músico enamorado que baja al infierno para salvar a su amada.
“Piel de serpiente”, un título que le va mejor que el original en inglés -a pesar del dream team de actores, escritor y director- no tuvo el éxito de otras obras de Williams llevadas al cine como “Un tranvía llamado deseo” (1951) con Brando como Stanley Kowalski, uno de sus papeles más recordados, y “The rose tatoo” (1955), que le mereció el Oscar como mejor actriz a Anna Magnani por el rol de la inconsolable viuda siciliana.
Sin embargo, 47 años después de filmada "The fugitive kind", esta película en blanco y negro sobre un pueblo pequeño del sur de los Estados Unidos en el que reinan las bajas pasiones, vista en esta gran Caracas donde las series forenses son noche tras noche el plato fuerte de la televisión por cable, quienes evitamos intensidades no podemos dejar de sucumbir a la entrega final de Marlon Brando por Anna Magnani, capaz de descender al infierno por su amor quedando sólo la piel de serpiente.

No hay comentarios: