sábado, 12 de junio de 2010

Graterolacho



Por razones de espacio no agregué en el pasado artículo uno de los mayores antídotos contra el fanatismo según Oz: el sentido de humor.  Para Amos Oz quien es capaz de reírse de sí mismo y de sus circunstancias es inmune a fanatismos porque una de las principales características del fanático es su carencia de humor, sería una muestra de debilidad, siempre hay que atacar. Por eso lo reemplaza con el sarcasmo, que es lo contrario al humor porque el sarcasmo es mofarse de los demás. 
Ayer murió el gran Manuel Graterol "Graterolacho", quien vivió 75 años desperdigando genialidad: fue publicista, escritor, compositor, poeta, humorista, y de hace un tiempo para acá, twitero. 
Con más de 30 mil seguidores, Graterolacho usó la plataforma de twitter para demostrar su talento para el verso y su ojo crítico del agobiante momento político que vivimos los venezolanos. Hasta hace 5 días estaba twiteando contra los abusos del Gobierno: 


"Cómo quiere que no escriba/ sobre tanta represión/ y mantener siempre viva/ La Libertad de Expresión".


Su último tweet la noche del 7 de junio fue burlándose de su propia dolencia:


"Ahora tengo la garganta/ comenzándome a doler/ y me dispongo a comer/ sin papa el sapo no canta".


El sapo no cantó más, ayer se le paró el corazón tras una afección pulmonar. La pajarera entre el furor del Mundial y la orden de aprensión a Guillermo Zuloaga -propietario del canal Globovisión- se volcó a despedir al gran Sapo con todo tipo de versos. 
Fue tan sentida la muerte de Graterolacho que los dos grandes ejecutores del ejercicio del sarcasmo a favor del gobierno, Mario Silva y Alberto Noria, reconocieron ante las cámaras de VTV que para ser escuálido, Graterolacho conservaba sentido de humor, que según quienes se ganan la vida burlándose de la oposición desde el canal del Estado, es una característica difícil de encontrar en los "escuálidos" tan amargados por el liderazgo de su Comandante. 
Quizás el error esté en la definición de humor, habrá que regalarles al conductor de La Hojilla y al de Los Papeles de Mandinga el librito Contra el Fanatismo, recordarles que el sarcasmo es lo contrario del humor, humor era Graterolacho, no los bufones de un gobierno autoritario, el humor desenmascara el poder, no lo sustenta, como demostró el Camaleón mayor hasta sus últimos versos:


"Cuando tu ves a un señor/ amenazando a la gente/ con un lenguaje indecente/ No es más que un abusador".


Adiós Graterolacho, un espejo de lo mejor del venezolano.


La foto la tomé en la marcha del año pasado por la Libertad de Expresión.

No hay comentarios: