lunes, 19 de septiembre de 2011

Los Imperfeccionistas

La novela Los Imperfeccionistas de Tom Rachman la conseguí en un mesón en Barnes & Noble entre las ofertas "Lleve tres por el precio de dos".
Los primeros dos libros fueron fáciles de escoger: Full dark, no stars, colección de cuatro relatos largos de Stephen King, y The man from Beijing del sueco Henning Mankell, uno de mis escritores favoritos. El resto de títulos en el tablón en oferta o no los conocía o no me interesaban, el tercer libro que iba por la casa debía seleccionarlo a punta de feeling, de portada, de primer párrafo, de los comentarios en la contraportada.
En el caso de Los Imperfeccionistas, la contraportada aseguraba que la primera novela de Rachman, periodista inglés de 35 años, fue seleccionada en la lista de las mejores novelas del 2010 por varios críticos, entre ellos, Janet Maslin del New York Times.
Así que me llevé Los Imperfeccionistas haciéndole caso a Maslin y a su colega del NYT, Christopher Buckley, quien en un inciso asegura que en esta opera prima se alternan "la hilaridad y el estremecer el corazón". Pero de qué iba, como no había resumen de la trama, solo la foto de la portada, un atajo de periódicos, prevenían que algo tendría que ver con el que a una vez se le llamó Quinto Poder.
Antes que las obras de los veteranos Mankell y King, me dio curiosidad leer Los Imperfeccionistas, desde el primer capítulo me atrapó sintiendo raíces carversianas en esta novela coral, colección de relatos con diferentes protagonistas, cuyo hilo narrativo es la decadencia de un no nombrado periódico en inglés cuya sede está en Roma, una especie del International Herald Tribune.
Náufragos del periodismo impreso, quienes viven de este anónimo periódico se aferran a una débil tabla a la que le falta poco por hundirse. Relatos tristes pero no melodramáticos en los que está vetado un final feliz.
Tampoco hay catarsis, a los personajes de Rachman solo les queda resignación.  Así vamos pasando por la historia de un viejo freelance que no consigue quien le compre sus artículos, del poco ambicioso autor de los obituarios, de la encargada de la sección de Economía capaz de cualquier sacrificio por no estar sola, de la más abnegada lectora del periódico, del manipulador corresponsal de guerra, de la editora que intenta inútilmente que los inversionistas le den una última oportunidad al periódico.
Cada relato tiene protagonistas distintos, pero entran y salen en los demás relatos como personajes secundarios. Algunos relatos son mejores que otros, no me gustan aquellos donde la acción se mueve por diálogos. En cursiva, en capítulos intercalados, la historia de cómo se fundó el periódico inglés en Roma y los más de 50 años antes de que la empresa naufragara.
Excelente lectura Los Imperfeccionistas, ahora el principal problema de Rachman -como el de todo autor de una primera novela buena-  es alcanzar las expectativas en su segunda novela.
(Los Imperfeccionistas está traducido al español,aunque no creo que se consiga en Venezuela).


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