miércoles, 6 de junio de 2012

La encuesta


Hace como cinco años, nueva en esto del blog, descubrí que tenía la posibilidad de hacer encuestas en Evitando Intensidades, por eso ante el auge de series de doctores como House, Grey's Anatomy y ER, como primera encuesta pregunté: en caso de un patatú a qué médico le gustaría acudir: ¿Mc Dreamy? ¿House? ¿La emergencia de ER? ¿O que me lleven al Centro Médico y ya está?
Publiqué la encuesta apostando que arrasaría el doctor House a pesar del mal trato a sus pacientes. Pero pasaron los días y si obtuve nueve respuestas fue porque una fue mía, dos de mis hijas a quienes obligué a contestar, otras dos de un par de amigas a quienes les supliqué que participaran, y cuatro frasquiteros por propia voluntad.
Tras el gran fracaso de la primera encuesta en Evitando Intensidades, desistí de dármelas de Consultores 21, hasta ayer que se me ocurrió que quizás el blog sería un buen medio para tantear -por lo menos entre los panas- si la lectura digital para los hispano-lectores todavía es Ciencia Ficción o si ya se está haciendo realidad.
Esta pregunta no es un divertimento como fue la primera encuesta en el blog, tengo un interés real porque tras doce años escribiendo crónicas para El Nacional, Evitando Intensidades, Ficción Breve y otros medios, además de tener guardadas crónicas más ambiciosas que no he querido quemar por Internet, siento que llegó el momento de recopilar las mejores en un libro y me interesaría saber si los escritores venezolanos a la hora de publicar, estamos soñando demasiado alto si aspiramos también al formato digital.
Sobre este tema he hablado con varios amigos escritores, algunos con bastante éxito editorial, y cuando les pregunto si están interesados en que sus libros salgan en formato digital me miran extrañados como si les hubiese preguntado si tienen contemplada una traducción al arameo.
"¿Digital? ¿Tú crees? ¿Por qué?".
Les respondo: porqué si bien es verdad que la lectura digital todavía está cruda en hispanoamérica, ya se está vendiendo el Kindle en España, muchos latinoamericanos los han comprado para tener acceso a libros que no consiguen en sus tierras, además de los cientos de miles de hispano parlantes que ya tienen un IPad u otra tableta digital, aunque su principal propósito no sea leer en ellas. Un buen termómetro del interés de los hispano-lectores por la lectura digital es que la intensidad más leída y comentada, pero por mucho, fue el post que escribí tras un mes de comprado el Kindle Fire.
 Los escritores tampoco podemos obviar que el formato de lectura digital abre infinitas puertas a ser leídos más allá del reducido espacio editorial de nuestras fronteras sin contar que les prolonga la disponibilidad a  los libros cuando comienzan a desaparecer de las librerías. No es que pretendamos ser best-sellers, pero los ebooks tienen otra accesibilidad que va más allá de las posibilidades del libro impreso. Mi argumento principal para publicar en digital, por lo menos en el caso de los venezolanos, es el fenómeno de emigración de los últimos doce años, la mayoría de quienes se han ido, dejando atrás sus amadas bibliotecas, hoy leen digital y tendrían acceso inmediato a la lectura nacional que ni en un millón de años llegaría a una librería digamos que en Montreal.
Algunos escritores venezolanos ya han publicado en formato digital, pero quienes lo han hecho ha sido por cuenta propia, sin un respaldo editorial, que es muy importante. Por eso amigos, si no le tienen fobia a las encuestas y cuentan con un momento para responder en el cuadrito a su derecha les voy a pedir que me ayuden en esta tímida encuesta: ¿comienza la lectura digital a ser una realidad por estas latitudes o pasará como la televisión a color que tardó más de 20 años en llegar a Venezuela?

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