martes, 15 de octubre de 2013

Dos Pulitzers Hispanics


Ayer me enteré que Oscar Hijuelos murió el pasado 12 de octubre de un infarto a los 62 años, para quienes poco les diga este nombre, quizás recuerden el título de su novela merecedora del premio Pulitzer en el año 90: "Los reyes del mambo tocan canciones de amor", un éxito instantáneo que descubrió un mercado emergente en los Estados Unidos: el de libros escritos en spanglish, ya que la minoría hispana se estaba volviendo la minoría más grande en los Estados Unidos de Norteamérica.
El término "hispanic" es de uso amplio en los Estados Unidos y abarca sin remilgos los descendientes de una cultura que se origina del idioma español, aunque entre un puertorriqueño, un venezolano, un chileno y un argentino, pueda haber profundas diferencias de todo tipo más allá de que vienen de países conquistados por la corona española siglos atrás. 
Al mismo Hijuelos le costaba encasillarse como un escritor "étnico" porque él se sentía estadounidense, hijo de padres cubanos pero nacido y criado en NY. Hijuelos contaba en sus memorias Thoughts withhout cigarrettes, que su colorido rubio le hizo objeto de cientos de comentarios tipo: "but you don't look hispanic", y la verdad es que él tampoco se sentía "hispanic" ya que desde niño, tras una nefritis bacteriana agarrada en Cuba en unas vacaciones de visita a la familia, al ser internado en un Hospital de Niños en Connecticut durante un año, como su mamá solo podía visitarlo ocasionalmente, Oscarcito se pasó el switche del español al inglés, lo que para muchos familiares era muestra de snobismo de un niño malcriado.
Hijuelos insiste en sus memorias que tras esa estancia en el hospital, sencillamente, no se pudo volver a conectar al idioma materno, por eso el niño le hablaba a la madre en inglés aunque ella nunca dejó de contestarle en español.
Pese a que Hijuelos jurara no querer encasillarse como escritor "hispanic" la mayoría de sus novelas se nutrieron precisamente de su origen de hijo de inmigrantes cubanos. Lo que lo hacia distinto al común de los cubanos exiliados y más similar a otras experiencias migratorias de hispanoamericanos, era que sus padres no emigraron al cálido Miami por razones políticas, sino que buscando mejorar su calidad de vida emigraron a Nueva York años antes de la llegada de Fidel Castro al poder. Los Hijuelos solo llegaron a probar el sabor del sueño americano cuando ese hijo malcriado que se negaba a hablar en español, fuera recompensado con el premio Pulitzer de ficción tras contar la historia de dos hermanos músicos cubanos cuyo único momento de gloria fue aparecer durante unos minutos en la tv en el show de Desi Arnaz.
Tras el triunfo inicial de los reyes del mambo que fue seguido por una pésima versión fílmica, las novelas de Hijuelos no encontraron el mismo éxito editorial, aunque sí de la crítica, las leí casi todas, recuerdo en especial Empress of the splendid season (1999), que al igual que la mayoría de las novelas de Hijuelos, se nutre de su vida familiar al narrar una historia de inmigrantes a quienes les cuesta sobrevivir en la ruda ciudad de Nueva York. De cómo una princesa cubana acostumbrada a ser servida en su juventud, termina sirviendo a las señoras ricas en Manhattan.

El camino que parecía haberse abierto en el mercado editorial el interés al spanglish, tras el éxito de la escritora de origen dominicano, Julia Alvarez, con su novela sobre las trágicas hermanas Mirabal: El tiempo de las mariposas (1994); quedó semi desierto hasta que otro autor hispanic, Junot Diaz, nacido en Santo Domingo (1968) pero criado en New Jersey, mereciera por su novela La maravillosa vida breve de Oscar Wao, el premio Pulitzer 2008.
Casualmente acabo de terminar de leer This is how you lose her (2012), la más reciente obra publicada de Junot Díaz, una joya en el juego del idioma, inclusive superior a las aventuras de Oscar Wao, de la cual tuve reservas sobre el final.
Dicen que This is how you lose her (Así es como la pierdes) es una colección de cuentos, y podría serlo porque cada historia se puede leer de forma separada fuera de contexto, pero en su conjunto más bien es una novela que cuenta las desventuras de Yunior, narrador de Oscar Wao, joven de origen dominicano proveniente de una estirpe de impenitentes mujeriegos.
Criticado por algunas feministas por la manera en la que en este libro se trata a las mujeres, yo como mujer no me di por aludida porque no es el tema sino la manera cómo Díaz maneja los giros del spanglish lo que hace a esta colección de cuentos (o novela) una lectura deliciosa. 

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