sábado, 4 de abril de 2009

Vacación o no vacación


Ya son diez años, así que deberíamos estar acostumbrados a que los golpes más bajos a la oposición suelen venir cuando el Presidente está de viaje, como queriendo decir: "no tuve nada que ver con esto", pero sobre todo cuando están por comenzar las vacaciones de navidad, escolares, o Semana Santa.
También deberíamos estar acostumbrados a los mea culpa colectivos, a los reproches de la frivolidad de la oposición, que nos ponen la bota militar encima y no hay quien sacrifique su playita. 
Soy de quienes planeo salir de vacaciones con mi familia a pesar del derrumbe del sistema judicial venezolano que se hizo notorio esta semana, por eso pregunto a los que despotrican contra quienes nos vamos en medio de la última arbitrariedad revolucionaria: qué podemos hacer para combatirla, díganme y lo hago. Pero como una verdadera fuerza, porque es fácil indignarse desde la comodidad de las computadoras, como se hizo evidente ayer en el programa Buenas Noches cuando los abogados de los comisarios presos se lamentaban de que a la hora de la sentencia de 30 años en prisión contra los 6 funcionarios; más allá de cinco o seis incondicionales, y la familia de los policías metropolitanos esperando sentencia, no había nadie acompañándolos.
No soy dirigente de la oposición, apenas un soldado raso que  hace lo que se le pide: "marcha"-marcho; "vota"-voto; "no votes"-ahí si que desobedecí porque siempre voto. 
Con el paro de diciembre de 2002 apoyando a los trabajadores de PDVSA, muchos sacrificamos las vacaciones navideñas: el niño Jesús llegó a duras penas, marchamos hasta el cansancio, santamarías cerradas, los centros comerciales vetados. ¿Y de qué sirvió? El Gobierno salió fortalecido, los trabajadores de PDVSA fueron los que se llevaron la peor parte, y la máxima riqueza del país pasó a ser la caja chica del proyecto revolucionario. 
Por eso pregunto a quienes se indignan por los que se van de vacaciones mientras a los comisarios de la Policía Metropolitana los condenan a 30 años de cárcel, el General Baduel está preso, Manuel Rosales en pico de zamuro, Nixon Moreno prófugo de la justicia, y Teodoro Petkoff amenazado: ¿cuál es el paso inmediato a seguir contra un gobierno totalitario?¿Cómo solidarizarnos efectivamente con los perseguidos políticos?¿Cómo combatir la descarada parcialización del sistema judicial? ¿Alguien me puede dar una luz?
Y si sacrificamos las vacaciones,  ¿qué hacemos? ¿Manifestar nuestra arrechera por Facebook?

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