El impermeable,o raincoat como le dicen en inglés, es una prenda de vestir indispensable en el guardarropa de ciudades con cuatro estaciones cuando todavía hace algo de frío y la lluvia puede durar días sin cesar. Los niños se van caminando al colegio protegidos por sus impermeables y botas de goma. Los adultos también los usan para llegar a sus trabajos sin perder el glamour, por eso hay estilos que se adecuan al gusto y al bolsillo de cada quién.
Pero díganme ustedes quién usa impermeable en Caracas, solo los motorizados, que realmente lo necesitan, pero sus impermeables nada tienen que ver con la prenda a media pierna asida a la cintura a lo Roger Moore, son chaquetas sencillas, unicolor, con capucha, y si la lluvia es muy fuerte, los motorizados llevan impermeables que le cubren el cuerpo como los que se usan en las atracciones con agua en los parques de Orlando,nada glamoroso en ellos.
Por eso todavía me pregunto, ¿cuál era la fijación de mi mamá por los impermeables? Me veo en una foto como de 9 años, de cuando mis padres nos llevaron a mis hermanos y a mi a conocer el recién inaugurado Disney World, pero la foto no era en Disney sino en el Parrot Jungle en Miami, salgo con un impermeable anaranjado, muy años 70, la sonrisa a medio ganchete no puede esconder la cara de resignación. Recuerdo el momento no precisamente Kodak porque desde que de niña vi en televisión la película Los Pájaros de Alfred Hitchcock, le tengo terror a las aves, y hay que ver cómo ellas me ven a mi, creerían que era una guacamaya más.
Sin embargo no me acuerdo de ese impermeable anaranjado que hasta elegante era, del que sí me acuerdo fue de su sucesor, un impermeable azul repleto de maripositas. A mis 10 años lo guardé en el closet con la confianza de que nunca lo tendría que usar porque ¿quién usa impermeable en Caracas? Pero una mañana tan lluviosa como la de hoy, mamá me sugirió: "¿Por qué no te llevas el impermeable de maripositas al colegio? ¿Si no es hoy, cuándo lo vas a usar tan bonito que es?".
Traté de convencer a mamá que en el colegio me lo iban a quitar, si bien en el Santiago de León a los varones en los años 70 no se les exigía uniforme, con el vestir de las niñas eran más estrictos que en un colegio de monjas: falda gris, blusa y medias blancas, zapatos negros y no recuerdo si el sweater era negro o azul marino; pero cero miriñiacos, esta manada de maripositas no se le permitiría pasar por las puertas del Santiago. Por primera vez le vi la conveniencia al aburrido uniforme escolar.
Mamá insistió, toda regla tenía su excepción, con semejante palo de agua, nada de malo llegar al colegio con un impermeable que me quitaría apenas estuviera bajo techo. La impresión de la entrada es lo que cuenta. Traté de hacerme la loca, pero tenía 10 años y a esa edad mother knows best, así que salí cubierta de maripositas cual arbusto de azaleas, no sin que antes mi madre me asegurara: "Qué linda te ves con tu impermeable de maripositas, menos mal que llegaste a ponértelo".
Y me dejaron entrar al colegio con el mariposero, no me quité el impermeable en la formación de la fila porque todavía estaba lloviznando y porqué negarlo, me comenzaba a sentir a gusto en él. Imagino que alguna de mis amiguitas me habrán dicho ¡qué cuchi! Y así estaba yo, sintiéndome a punto de comenzar una nueva moda, de ser una trendsetter; cuando oí unas risas cada vez menos disimuladas en la fila de al lado, la de las niñas de un grado superior, volteé para ver que les hacía tanta gracia y sus risas sólo se hicieron más fuertes: "Ja, ja, ja ¡las maripositas! ¡Qué ridícula!".
Las muy desgraciadas se estaban burlando sin disimulo de mi y mis maripositas. No recuerdo haberme quitado el impermeable ante las risas de las niñas mayores, quiero creer que me quedé con la dignidad mariposaeda pero seca, ojalá a las muy desgraciadas les haya dado pulmonía. Pero esa misma tarde el impermeable fue guardado en el fondo del closet donde mamá no pudiera hallarlo. Más nunca volví a usar uno, ¿quién usa impermeable en Caracas?
Hoy, que amaneció lluvioso como aquella humillante mañana, Camila entra en el cuarto buscando un paraguas, como todavía estoy medio dormida le sugiero: "¿Por que más bien no usas un impermeable?", y en seguida me doy cuenta que, tarde o temprano, después de tener hijos, nos convertimos en nuestras madres.
2 comentarios:
Amo los impermeables, los sombreros, las pelucas y todo lo que se supone que no se usa. Eras una trendsetter total!
Trendsetter mi madre, aunque un impermeable de maripositas, ni de Alexander McQueen
Publicar un comentario