domingo, 21 de noviembre de 2010

6ta Filven


Cansa reseñar a FILVEN (Feria del libro de Venezuela) una feria cuya oferta de propaganda gobiernera supera con creces la oferta literaria. Cada año este detalle se va haciendo tan descaradamente obvio que el escritor Salvador Fleján, tras esta sexta edición, sugería que sus organizadores debían quitarse la careta y en lugar de FILVEN, rebautizar la feria Filche. A mi mas bien me parece que la deberían llamar Filchávez, porque hasta el fotogénico rostro del guapo Ernesto pasa a segundo plano con respecto al héroe de la épica del Socialismo del siglo XXI.

Este año 2010 Filven volvió a aprovechar los espacios privilegiados del Parque del Este, pero en esta ocasión no dentro del parque sino en uno de sus estacionamientos. Luego de un fuerte aguacero a primeras horas de la tarde del sábado, el tiempo se despejó y a las 4 de la tarde la feria estaba muy concurrida tanto de quienes buscaban material de lectura revolucionaria como de quienes buscaban alguna oferta literaria, porque "novedades", como se buscan en otras ferias internacionales, es una palabra que hace tiempo desapareció del imaginario de las ferias literarias caraqueñas.


Tenían suerte quienes buscaban material didáctico revolucionario, en un stand atendido por gentiles anfitriones además de afiches de Bolívar y del presidente Chávez entregándole el diploma a un viejito de la Misión Ribas, se regalaban ediciones ilimitadas de folletos infantiles con títulos como: "El feroz embrutecimiento mediático", "Venezuela asegura su arepa", "Dos modelos enfrentados en Venezuela... por ahora", "En Venezuela gana el deporte", "La fortaleza de la Economía Venezolana" y "El Fantasma de la Codicia recorre la historia".
En este mismo stand se repartían libritos resumiendo el pensamiento del Comandante en Jefe además de un folletín titulado: "Cómo los diarios españoles inventaron nexos entre Venezuela y la Eta" de Iñaki Gutiérrez.


No se puede negar que quedan editoriales literarias sobrevivientes como Santillana, Random House Mondadori y Ediciones B con una oferta cada vez más escuálida, y no en el sentido político sino literario de la palabra.
Y antes de que vuelva a saltar algún enardecido a decir: " ¿De qué te quejas si tu libro estaba ahí?"  Si, mi novela El Móvil del Delito publicado por Edidiciones B está en Filven, corran antes de que se agote, pero lleven efectivo, porque por lo menos ayer sábado, no había punto de venta en el parque y el que quería comprar un libro debía pagarlo chinchin.


Todo el dinero que tenía en efectivo lo gasté en la edición del Quijote de Cervantes del Grupo Santillana que me costó 70 bs, regalo para mi hija mayor que comienza a leerlo en la universidad, no me quedó en la cartera dinero ni para brindarles una chicha a mis hijos, por eso preferí evitar mi stand preferido, el de los libros de segunda mano, pero le dimos un paseo a la feria ya que la tarde estaba muy bonita. Así pasamos por el stand de la Casa Militar, el del Alba, el de la Procuraduría, el del Che, un pabellón dedicado al comic que debo decir que estaba muy bien, y otro pabellón infantil donde presentaban a Manuelita, una muñeca que como dice la canción que la promociona: "Nací con la constitución, por eso soy una niña revolucionaria".


Cuando a la gigante Manuelita se la llevaban de la mano mientras unas niñitas se le acercaban a abrazarla cual Barney venezolana, también llegó la hora de irnos, no sin que antes me regalaran a la salida del parque una edición de la correspondencia entre Bolívar y otra Manuelita, la Libertadora del Libertador, cuyas cenizas simbólicas hoy reposan en el Panteón.

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