lunes, 26 de marzo de 2012

"Seré breve, tengo que ir a enterrar a un amigo..."


Y fue breve Asier Cazalis ayer domingo al mediodía en la concentración ante la violencia bautizada: "Dale un parao", convocada por varios sectores de la música nacional. 
La banda Caramelos de Cianuro estaba en México el viernes pasado donde tenía pautada una presentación cuando recibieron la terrible noticia que su manager-amigo, Libero Iaizzo, de 34 años, apareció asesinado tras ser secuestrado el jueves en la noche cuando se dirigía con su novia a su casa en la urbanización Macaracuay. Ella fue liberada, él apareció muerto horas después de pagado el rescate. 
Cazalis, antes de ir al Cementerio del Este, quiso hacer acto de presencia en la Plaza Los Palos Grandes donde otros dos panas: Felix Allueva (Fundación Nuevas Bandas) y Juan Carlos Ballesta (Revista Ladosis) habían organizado una concentración porque al hampa "hay que darle un parao". De negro y lentes oscuros que no se quitó en ningún momento, el vocalista de Caramelos de Cianuro hizo mea culpa ante las cámaras por tardar en asumir posición frente a la violencia diaria en la que vivimos en Venezuela: "fue necesario que me mataran a un amigo para hacerlo, espero que ustedes sean mejores que yo".
Para Cazalis, al igual que para su manager Libero, los artistas debían distanciar la música de su posición política, hasta que con la muerte del segundo, el cantante de "El último polvo" se diera cuenta de que hemos llegado a un punto en el que ignorar la violencia en la que vivimos es una forma de complicidad. 
Aclaro Cazalis que los malandros son una minoría, no podemos vivir el mayor porcentaje de la población venezolana, que es gente buena y trabajadora, a merced de esta violenta minoría. 
No fue el vocalista de Caramelos de Cianuro el único en participar en esta concentración, varios músicos y afines pidieron el derecho de palabra tras presentar Allueva y Ballesta la determinación del gremio en buscar un cese al fuego del hampa, y tras concertar varias opiniones previas, se llegó a una lista de propuestas iniciales que fueron leídas por Ballesta como presentar un documento ante la Asamblea Nacional que los insite a tomar posición al respecto; tratar de hacer más temprano los toques mientras esta racha delictiva continúe, y buscar que en Caracas, por lo menos musicalmente, no sea tan sentida la división entre Este y Oeste. 
Se oyeron varias participaciones buenas, como de quien tras señalar que una bala cuesta menos que una uña para tocar guitarra, afirmó que hoy se tiene la capacidad técnica de registrar los proyectiles para determinar quien compró la bala detonada, falta la voluntad política para hacerlo. Hubo quien narró su experiencia ante la delincuencia y también quien se saliera del tema de la violencia y exigiera más respeto al gremio de los músicos en Venezuela, maltratados no solo por el hampa sino también por las emisoras radiales y por los empresarios que organizan conciertos. 
Se propuso un minuto de silencio en la entrega de los premios Pepsi, un minuto de silencio en futuros conciertos, un minuto de silencio cada vez que se levante el telón en el próximo Festival Internacional de Teatro en Caracas y un minuto de silencio en Semana Santa en el casco de Petare con los participantes con los ojos vendados.
"¿Por qué vendados?"- preguntaron desde el público.
"Porque muchos se niegan a ver lo que está pasando"- dijo la joven socióloga de esta propuesta.  
Uno de los organizadores de "Sin Mordaza" comentó que tras lo ocurrido a Onechot, gravemente herido cuando se dirigía a casa de su manager, y ahora el asesinato de Libero, fue pobre la concurrencia de músicos para tomar posición ante la violencia: "Debió ser multitudinaria". 
Sin embargo ahí estaban integrantes de importantes bandas nacionales como Tomates Fritos, Rawayana, Viniloversus; y esos son los que reconoció esta bloguera no muy versada en la materia de Rock Nacional.
Para finalizar el evento, el sociólogo Tulio Hernández tomó la palabra agradeciendo la presencia de músicos, representantes de la radio y de la prensa, además de escritores, artistas, poetas, cineastas, actores, y tanto ciudadano que se resiste a quedarse de brazos cruzados ante la violencia. En nombre del Frente Cultural Cabrujas, Tulio prometió que esto no se iba a quedar en una drenada colectiva un domingo al mediodía, la lucha contra la violencia seguía, pronto se organizaría una gran concentración donde se convocaría a todos los venezolanos sin distinción partidista, porque si bien en el evento se enfatizó que la violencia es un problema "político" porque atañe a la polis, no es un problema ideológico, porque si algo no discrimina en Venezuela es el hampa: ataca a oficialistas, a ninís y a opositores por igual.
Un participante que dijo trabajar para el Estado, ofreció sus cámaras para que los artistas bien sean afectos al oficialismo o sean de oposición, se unan para hacer frente a la violencia.
Antes de finalizar "Dale un parao" por ese mediodía, tomó la palabra un representante del Sindicato de transportistas: "Lo que han pasado ustedes los músicos, multiplíquenlo por cien y eso es lo que vivimos los transportistas. Muchos nos condenan cuando cerramos las vías como protesta ante la muerte de algún compañero, quizás no sirva de nada, seguimos siendo víctimas del hampa, pero por lo menos sirve para drenar nuestra rabia ante la indiferencia de las autoridades".
Dice el líder de los transportistas "trancar una calle no evita las muertes de nuestros compañeros", y Asier antes de marcharse a enterrar a su amigo lamentó: "Los conciertos no paran balas", pero ante un Gobierno que insiste que la violencia no es más que una matriz mediática, que otra queda que unirnos como sociedad y ver como luchamos contra ella.
Si quieres participar en la iniciativa sigue por twitter @daleunparao, se recogen propuestas en el email: daleunparao@gmail.com

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