lunes, 16 de junio de 2014

El Día del Padre en las redes sociales



Prefiero la celebración del Día del Padre que la de la Madre en las redes sociales, sobre todo en Instagram y Facebook, no es porque tenga el Electra más exacerbado que el Edipo, es porque el Día de la Madre se presta a la cursilería, al sentimentalismo fácil. Las redes sociales se llenan de ramos de flores, pajaritos portando lazos, mamás en atardeceres, dulces viejecitas que parecen de utilería; imágenes que acompañan mensajes enaltecedores que celebran a las Madres en su Día.
El método Hallmark lo llamo: es más fácil apelar a una tarjeta comercial, a un mensaje repicado cientos de veces, que escribir un testimonio personal.
Para celebrar a los padres los muros de las redes sociales no se llenan de flores ni de pajaritos ni de viejitas ni atardeceres. Si acaso uno que otro enlace con aquella canción que dice : "Es un buen tipo mi viejo...".  Y así cada Día del Padre desde el auge de las redes sociales disfruto un mundo cómo muchos de mis amigos rinden homenajes a los suyos, y enternece ver cómo muchos de aquellos a quienes conocemos desde niños, son homenajeados por sus hijos. 
Claro que tampoco faltan frases trilladas como "eres el mejor papá del mundo". Algo así como el 90 por ciento de quienes celebran a sus padres en Facebook aseguran tener, o haber tenido, "el mejor papá del mundo". En caso contrario si su padre fue una pifia, o si tuvieron la desgracia de perderlo de niños, no falta el homenaje a: "la mejor mamá del mundo que fue padre y madre a la vez". 
Me conmueve cuando se rinde homenaje a las madres fajadas el Día del Padre. Es un gesto bonito, una manera de no pasar agachado un día en el que tantos celebran la suerte de haber tenido un buen padre por lo menos hasta pasada la adolescencia. Es más que justo, necesario, celebrar a una madre superestrella a quien le tocó llevar sola la rienda de criar a sus hijos.
Al coro de hijos celebrando a sus papis, se une aquellas amigas, algunas divorciadas, que se alegran públicamente de la lotería de haber tenido buen ojo a la hora de elegir al que sería el padre de sus futuros hijos.
Otro detalle que emociona es quienes celebran a sus padrastros con cariño: algunos por tener la suerte de tener dos padres, además de un padre biológico con quienes quizás no viven pero siempre presente, y un padrastro que los ha acogido con respeto de aquí estoy para lo que sea. Sin olvidar aquellos hijos a quienes les faltó desde siempre su padre biológico, pero esa ausencia ha sido llenada incondicionalmente por otra figura paterna.
 Pero sin duda los grandes protagonistas del día son "los mejores papás del mundo", así vemos llenarse nuestros muros de fotos en blanco y negro, o sepia parecidas a los filtros de Instagram, de papás engominados, hippies, en flux y corbata, papás playeros, papás galanes. También disfrutamos  viendo a las amigos, algunos comienzan a ser abuelos, unos cuantos años más jóvenes, con sus niños pequeños. 
Celebramos ver las fotos de los papás de tantos panas de siempre, papás hoy viejitos, a quienes recuerdo con cariño de cuando tenían la edad que sus hijos tienen hoy; y las fotos detenidas en el tiempo de aquellos que ya no están, porque los papás de tus amigos de adolescencia, de alguna forma, terminan siendo como tus papás.
Cuánto disfruté las fotos de los papás de aquellos amigos de data reciente, papás que no conozco o no llegué a conocer, de ver a sus hijos de cierta forma reflejados en ellos. 
Así que espero que aquellos que insisten retrecheros que este tipo de euforia en las redes es tremenda pavosidad,  que qué le voy a hacer, gozo un quintal con esta bacanal de papás. 
  

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