La compré en los pasillos de la Ciudad Universitaria porque estaba en la sección de películas rusas, con letras rusas, apenas el título en inglés: If Only(Si tan sólo) y un título fácil en español: Te amaré por siempre. En la portada dos amantes se abrazan con miradas nostálgicas, tan rusos ellos, no reconozco a los actores, qué sé yo de cine ruso moderno. Ese es el punto, abrirme a otros cines más allá de Hollywood.
En mis excursiones por los cidiceros he comprado a ciegas películas de Europa Occidental que posteriormente me han encantado, así que me llevé If Only, confiando en el criterio de mis amigos cidiceros, por algo la tendrían, sería una de esas películas que arrasaron en varios festivales europeos, de las que en Venezuela ni nos enteramos. El martes en la noche, aprovechando que mi marido fue al partido Leones-Tiburones en el Universitario, la puse en el DVD preparada para tremendo barranco soviético.
Comencé a sospechar que algo estaba mal con las primeras notas de la presentación musical, como salida de una película gringa de los años 80, tampoco la primera toma era en las estepas, en la Plaza Roja, o en el Cáucaso, sino un plano general de un amanecer londinense.
Terminé de comprender que mis amigos cidiceros me habían estafado, que esto era más lejano a una película rusa que un clásico de Cantinflas, cuando leí el nombre de la protagonista, no en letras rusas sino en perfecto inglés y nada que ver con Katerina Katenariesvka o Natacha Vaminoblich, para mi gran horror la protagonista era la vidente de Ghost Whisperer, serie que en el canal Sony presentan: "Y con la misma mala actuación de Jennifer Love Hewitt".
Qué corte de nota, como salir a comer caviar beluga con vodka y terminar comiendo hot dog con coca cola. Yo que soy seguidora de cuanta serie gringa hay, no soporto Ghost Whisperer precisamente por su protagonista, tan insufrible, aspirando a ser la heredera de Audrey Hepburn, como si la gran Hepburn pudiera tener herederas.
Así que no se puede decir que comencé a ver If Only con la mejor de las disposiciones ni que al finalizarla cambié de opinión, porque esta no es la película en la que Love Hewitt por fin demuestra que puede llegar a ser actriz, peor aún, nos impone su faceta de cantautora.
Cosa curiosa, tampoco podría decir que me disgustó esta historia de segundas oportunidades, a pesar de contar con las misma mala actuación de ya sabemos quien, que además fue su productora, pero es una buena historia, y al terminar de verla me quedé pensando que si tan sólo hubiese sido otra la muchacha de la película... pensando en los compromisos que deben hacer los escritores y los directores para ver realizados sus proyectos... y pensando hasta donde es capaz de llegar un cidicero de la Ciudad Universitaria para vender una película de Jennifer Love Hewitt.
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