lunes, 4 de noviembre de 2013

Le tocó a Elba


Conozco muy de pasada a la actriz Elba Escobar, ella no debe saber quien soy yo, hace muchos años, en la época del Taller del Actor dirigido por Enrique Porte, Lila, como la llaman sus amigos, iba a menudo de visita y siempre llenaba con sus cuentos de alegría el Taller. Como yo era tímida, me quedaba callada oyendo la sabrosa conversación entre el director de teatro y la actriz de televisión, quien ya en los años 80, a pesar de su juventud, era considerada como una de las mejores actrices venezolanas del momento.
Si de algo no queda duda es que Elba ha fijado una posición crítica frente al status quo revolucionario, sin medias tintas, una clara posición política (bien sea progobierno u oposición) que muchos artistas han preferido hacerse los suecos por temor a la intolerancia en la que estamos viviendo los venezolanos. Pero Elba Escobar no se hizo la sueca, ella estaba en primera fila en el acto en el Teatro en la Fundación Chacao donde decenas de artistas nacionales apoyaron la candidatura de Henrique Capriles Radonski.
Por eso para muchos fue un baño de agua fría ver a nuestra admirada Elba Escobar, rodeada de artistas que históricamente apoyan al actual régimen, pregonando en el Teatro Teresa Carreño, que, por decreto presidencial, en el país de la suprema felicidad, la Navidad este año comenzaría el primero de noviembre.
Ya hasta en los mercados, a pesar de que no hay azúcar ni leche ni harina Pan, salieron los cochinitos hambrientos de aguinaldos y se empieza a oír a los Cardenales del Éxito cantando: "una gaita aquí otra más allá".
En esta euforia navideña por decreto, en una Venezuela con semejante índice de escasez e inflación, a muchos los indignó más la presencia de Elba Escobar en lo que resultó un descarado acto gobiernero, sirviendo de pregonera de la navidad a un régimen al que dice adversar. 
Tan sólo hace unos días, tras haber sido víctima de un atraco, la actriz y locutora en su cuenta de twitter y en su programa de radio comparaba al Gobierno con un "Padre irresponsable", por eso, muchos se preguntaron indignados, qué hacía nuestra guerrera Elba Escobar en un acto, donde, con la presencia de Nicolás Maduro, se daba inicio oficial a la Navidad. 
No se hicieron esperar los insultos en twitter de quienes se sintieron traicionados por lo que consideraron un cambio de timón en la visión de país que tenía la actriz. Dolorosos e hirientes insultos a una mujer  que siempre ha asumido una posición crítica al gobierno, que siendo artista, está más expuesta a cualquier represalia que cualquier twittero desconocido, que se las dé de adalid de la moral de la oposición. 
 Tras la ola de insultos recibidos por Elba en las redes sociales, la actriz decidió escribir un comunicado, no disculpándose, sino explicando su presencia en lo que ella consideró sería un pregón navideño invitada por su amigo Juan Manuel Laguardia, que aunque auspiciado por el Gobierno, jamás pensó que formaría parte de una obvia campaña oficialista, y asegura que cuando se dio cuenta en el tipo de acto en el que estaba metida, fue demasiado tarde para huir por la izquierda. 
Me recordó esas anécdotas que contaba en el Taller del Actor, de antihéroe, en la que todos terminábamos muertos de la risa. 
Queda demostrado que para una figura pública, en esta Venezuela bolivariana, es imposible pasar agachado a la hora de participar en un acto del oficialismo. Quizás pecó de ingenua, quizás no tanto, pero la razón que fuera para que Elba Escobar estuviera en ese acto con la presencia de Maduro, me disculpan los más talibanes de la oposición, no se merece  esa carga de odio, porque Elba ha sido una venezolana que hasta ahora había demostrado compromiso por un cambio en el país. Y aun a pesar de la catajarra de insultos recibidos por las redes sociales, sé que Elba Escobar seguirá apostando por ese cambio. 
 La actriz en su carta a los medios de comunicación social, habla del miedo, miedo que sintió al sentirse violentada el jueves, junto con una amiga, por un par de motorizados que las encañonaron cuando regresaban a sus casas. Pero también miedo a la Venezuela que hoy somos, no solo a la Venezuela a juro que nos quiere imponer el Gobierno Revolucionario, también aquella que en pos de un viraje de rumbo político, a veces se le despierta el Torquemada y sería capaz de inmolar a cualquier sospechoso de sucumbir a la herejía chavista.
 Por eso brindo mi solidaridad a Elba Escobar, terrible cualquier tipo de caza de brujas, no creo que esa sea la forma para captar simpatizantes para volver a encarrilar a la Venezuela que tantos soñamos. 

1 comentario:

Solange Noguera dijo...

De acuerdo Adriana, no hay que hacerle juego a la intolerancia