El miércoles pretendí pasarlo en reposo para sentirme bien la noche del jueves 12 cuando sería la inauguración de “El cuadrado perfecto”, la tercera subasta a beneficio de Acción Solidaria, asociación civil sin fines de lucro presidida por Feliciano Reyna, dedicada a la prevención y atención del SIDA en Venezuela. Con un voluntariado patria o muerte, entre ellos, mi tía Nena Villanueva, Acción Solidaria desde el año 2006 organiza una subasta anual gracias a la donación de obras de artistas plásticos nacionales; las ganancias van por entero a esta causa que en más de trece años de fundada, nunca ha contado con ayuda estatal.
A pesar de lo mal que me sentía, cuando el miércoles en la tarde recibí el mensaje de mi tía invitándome a ver el montaje de las 117 obras a subastar en el Espacio Capuy en Centro Expreso Chacaíto, no me hice rogar, me encanta la etapa de cuadros en el piso, artistas impuntuales que llegan corriendo con sus obras bajo el brazo, organizadores plano en mano decidiendo donde irá cada cual; además de reírme con la tía Nena, hecha un manojo de nervios a la expectativa de la inauguración. Ya los artistas habían puesto un precio solidario a sus “cuadrados perfectos”, que subirá a medida que se reciban ofertas las dos semanas que durará la exposición.
El jueves 12, un poco mejor de la gripe, llegué puntual a la hora de la invitación: 7.30 pm. Al principio pensé que sería la subasta más exitosa de todas ante la cantidad de personas agolpadas en la planta baja a las puertas de la tienda Beco en lugar de estar arriba, en el Espacio Capuy. Asumí que era la cola para los ascensores, pero no, mis primas me contaron que a las 4 de la tarde un gato se coló en las instalaciones eléctricas del edificio causando un corto circuito. Murió achicharrado y se llevó con él una fase de la luz. Me dijeron que La Nena estaba en la azotea, al borde de un colapso nervioso, esperando solución al problema. Pasadas las 8.30, los ascensores seguían sin funcionar y la fiesta abajo, aunque sin brindis ni arte, estaba muy buena; pero sintiendo que la gripe se volvía pulmonía, me fui con la angustia que mañana enterraríamos de disgusto a la tía Nena.
Al día siguiente la llamé temprano, qué broma con el desgraciado gato. A Nena apenas le quedaba voz, pero me contó que la inauguración sí se dio, antes de las 9 decidieron abrir contra viento y marea, aunque los ascensores esa noche no se pudieron arreglar. Quien quisiera ver la muestra, tendría que subir 6 pisos por las escaleras de emergencia. Ella pensó que casi nadie lo haría, le habían dicho que se fue mucha gente, por eso cuando finalmente abrieron la subasta se sorprendió hasta las lágrimas que una tropa de más de 200 incondicionales -entre ellos operados de rodilla, personas mayores y algún asmático- subieron a respaldar la causa contra el SIDA, a Acción Solidaria y al arte nacional.
Ya arreglaron los ascensores, los Cuadrados, casi tan Perfectos como solidarios, siguen expuestos al público en Espacio Capuy hasta el jueves 26 de marzo, noche del martillo final.
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