domingo, 7 de junio de 2009

Otra racha de películas tristes

La racha de películas intensamente tristes que en este junio de 2009 no pude evitar, comenzó con “Rachel getting married” de Jonathan Lemme, que podría resultar una oferta engañosa para quienes busquen pasar un rato frescolita con un film protagonizado por Anne Hathaway, que a sus 26 años, es la actual reina de los chicks flicks gracias a “El diablo se viste de Prada”, “La guerra de las novias” y “Los diarios de la princesa”. 

Desde la primera escena de “Rachel se casa” es fácil darse cuenta que esta no es una película de Hathaway cualquiera: cigarro tras cigarro, con el delineador acentuado y el pelo picoteado, Kim (Hathaway) espera en silencio a que su padre la venga a buscar al centro de rehabilitación donde está recluida, para asistir al matrimonio de su hermana.

La cámara se mueve inestable, como una película casera filmada por ese primo fastidioso que insiste en grabar la escena más íntima. Con esta cámara que a algunos perturba, Lemme logra la sensación de  pertenecer, que de alguna manera el espectador se sienta parte de este atormentado clan que incluye dos hermanas: Kym, quien se autodefine “Shiva, la destructora”, y Rachel, la novia, la hija perfecta que resiente la atención que su padre (Bill Irwin) le da a su hermana problema; además de una madre distante (Debra Winger), un padrastro casi anónimo, una madrastra cálida, y el recuerdo de una tragedia que al revelarse, casi al final de la película, entendemos porqué le cuesta tanto a esta familia ser feliz hasta en la más feliz de las circunstancias.  Al cantarle el novio en el altar a la novia: “Unknown legend” de Neil Young; queremos creer que en algún momento lo lograrán, si no ser completamente felices, quién en la vida lo es, encontrar la manera de sepultar de una vez el pasado y comenzar a vivir el presente con esperanza.

Otra oferta engañosa no de película frescolita sino de porrito de marihuana es "La Escafandra y la Mariposa", de Julian Schnabel, que  hoy se exhibe en Caracas en el marco del Festival de Cine Francés. Ganadora de dos premios del Festival de Cannes en el año 2007, en Venezuela tenemos meses viendo los cortos sin saber de qué diablos se trata, tan sólo una mariposa amarilla que vuela por las praderas. 

Cuando la semana pasada fui a ver “Noche en el museo II” (de vez en cuando hay que complacer a los chamos), un nuevo corto de la ahora titulada en Venezuela: “El vuelo de la mariposa”, me dio un indicio de qué va la película que por fin fue estrenada en nuestra salas:  Jean-Dominique Bauvy (Mathieu Amalric), editor de la revista Elle sufre a los 42 años un accidente cerobrovascular y se ve afectado por el síndrome conocido como del “cuarto cerrado”: sus percepciones están intactas pero de su cuerpo sólo tiene el dominio de un ojo, mediante el cual gracias a un sistema en el que parpadea mientras su interlocutor va recitando el alfabeto en orden de las palabras más usadas, logra comunicarse, y con la ayuda de una transcriptora, escribe el libro en el que se basa la película.

Schnabel, director de “Basquiat” y “Después del amanecer”,  además de artista plástico reconocido, tras considerar a Jonnhy Depp en el papel de Jean-Do -oferta que el actor rechazó para hacer la segunda parte de Los piratas en el Caribe- tomó la decisión de que el lirismo del libro de Bauvy sólo se podría disfrutar en su idioma original, y en lugar de una película gringa hizo una película francesa, que a pesar del tema, la claustrofobia de sentirse humano dentro de un cuerpo que no responde,  es el triunfo de la alegría de vivir en la mayor de las adversidades.

Filmada con humor, escaso sentimentalismo y una fotografía digna de un gran artista, una vez finalizada la película, con un nudo en la garganta salimos del cine con la sensación de que sí, a pesar de todo, la vida puede ser hermosa.   

1 comentario:

delamoralodio dijo...

Rachel is getting Married, me encanto.
El papel de Hathaway fue inesperado. La conocia de todas sus peliculas bubblegum, y me sorprendio que protagonizara un personaje como ese. Actua bien y las improvisaciones enfatizan su estado emocional.

Por otro lado, disfrute un mundo la celebracion de tres dias con los panas musicos. Y me sorprendi de ver a Debra WInger otra vez.

maribel