viernes, 25 de septiembre de 2009

De Courtney a Marelisa: en una noche tan linda como esta

Sabía que este Miss Venezuela sería diferente: leí en la prensa que en el año 2009 habría diez candidatas menos porque el presupuesto no daba para miss Costa Oriental del Lago ni miss Península de la Guajira ni miss Dependencias Federales y demás excentricidades geográficas-inflacionarias, y que ya las misses no harían su primer desfile al ritmo del himno gringo: "O what a day", o como se llame, se le vencieron los derechos y ni por todo el oro del mundo sus propietarios se los quisieron extender a la organización Miss Venezuela.
Y vaya qué fue diferente, y no por la reducción del número de misses, mas bien eso lo favoreció, ni tampoco por el cambio del himno, conservaron gran parte de la letra del popular: "En una noche tan linda como esta..." y la melodía es casi la misma; fue un Miss Venezuela particular porque este año lo vi arropada por la tecnología.
A las 7 de la noche, puntual, comenzó el colorido espectáculo homenaje a Bollywood a lo Joaquín Riviera, y después de cantar Wanda y Yelimar, las ex tigritas, hoy piernonas treintonas, entraron las misses, ya no recuerdo ni qué atuendo lucían, porque estaba enfrascada en un chateo Blackberry con mi amiga Beatriz, y a los pocos instantes se nos unió Maruja: "¡Al estilista de Daniel Sarcos habría que meterlo preso por ese copete que le puso!", "A Maite se le pasó la mano en el salón de bronceado", "Boris tiene razón: Chino es de muerte" "Más de la mitad de las misses tienen la nariz del difunto Michael Jackson".
Entre comentario y comentario, entraba en Twitter y en Facebook y así me enteré que en una noche tan linda como esa, en el ojo del huracán capitalista: Nueva York, no sólo la estrafalaria Courtney Love se retrataría chick to chick con el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, sino también Larry King, el periodista estrella de CNN, le haría una entrevista.
Sólo de ver las fotos de nuestro mandatario cachete a cachete con la viuda de Kurt Cobain, el mismo día que en Venezuela se prohibe la serie Family Guy por apología al consumo de marihuana, bastó para que yo hiciera abuso de una droga legal, medio pote de Maalox, tras hacerme la firme promesa de que a Chávez con Larry King lo vería en diferido: en el canal del Estado si era una entrevista complaciente, o en Globovisión, si King le daba hasta con el tobo.
Pero cuando Tito el Bambino le cantaba a El amor, no aguanté la tentación al masoquismo revolucionario y cambié a CNN para ver al presidente de Venezuela, bajo un enorme cuadro de Simón Bolívar, invitando al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a unirse a la cruzada del Socialismo del Siglo XXI.
La ola twitter estaba indignada, Larry King fue complaciente con su entrevistado quien dijo amar de los Estados Unidos el cine, a Oliver Stone, Danny Glover y Charles Bronson. Pum, pum. En El Poliedro estaba por comenzar el desfile de los vestidos de gala.
Ya para ese entonces me quité la careta y llevé la computadora frente al televisor para comentar los pormenores con mi comunidad virtual. Por Blackberry Beatriz se quedó dormida antes de que Miss Amazonas apareciera desfilando un revelador vestido verde botella, y Maruja comenzaba a fastidiarse. Mi marido se había ido a una fiesta a la que me negué a acompañarlo ( a quién se le ocurre cumplir años en una noche tan linda como esta) y mis hijas me abandonaron para ver la final del America's Next Top Model (¡Abajo el Imperialismo¡). Hasta se habían ido a acostar los típicos cortanota de los concursos de belleza en Twitter y Facebook, los "por eso es que el país está así", y sólo quedábamos la entrañable María Alejandra López, la doña ultra escuálida de Chigüire Bipolar; y quienes no les da rubor decir: "Sí, entre tanto infierno político, por lo menos dos noches al año, me dejo abrazar por la frivolidad de los concursos de belleza".
¿O es que la revolución bolivariana nos va a arrebatar hasta nuestros placeres culposos?
La final no fue sorpresiva: la estudiante de Arquitectura de 2o años Marelisa Gibson, Miss Miranda, fue coronada Miss Venezuela y Adriana Vasini, Miss Zulia, Miss World Venezuela. No había terminado de dar su primer desfile como reina de la belleza nacional la linda Marelisa cuando la señal televisiva fue interrumpida por una cadena: se retransmitiría el discurso del presidente Chávez en la Organización de Naciones Unidas.
Dudé entre la mitad que quedaba del pote de Maalox, o un lexotanil.
Apagué el televisor, en mi comunidad twitter quedaba señales de vida recordando que un grupo de estudiantes universitarios estaba en huelga de hambre a las puertas de la OEA en Las Mercedes exigiendo la libertad de Julio César Rivas, el estudiante preso desde hace semanas por manifestar contra el Gobierno; mientras que en el Hospital Universitario ingresaba un líder estudiantil herido, supuesta víctima del hampa común.
Apagué la computadora y opté por el lexotanil, preguntándome qué tipo de drogas consumiría Courtney Love en una Venezuela que se ahoga en lentejuelas, represión, demagogia y violencia.


7 comentarios:

Beatriz dijo...

YO NO ME QUEDE DORMIDA. BEATRIZ

Adriana Villanueva dijo...

Te desconectaste para vacilarte a Daddy Yankee sin interrupciones, echa tu cuento como es.

Beatriz dijo...

ESTABA EN ESTADO DE SOMNOLENCIA. EN ESE ESTADO, PIERDO MI CAPACIDAD "MULTITASKING". BEATRIZ

Kira Kariakin dijo...

Que buena esta crónica Adriana... La verdad es que a veces me pregunto lo mismo, en qué nos tendremos que refugiar para poder asimilar esta vorágine de país

Adriana Villanueva dijo...

Gracias Kira, esperemos que no me vayan a cerrar el blog por hacer apología a los ansiolíticos en estos "felices" tiempos revolucionarios.

Gaby Morales dijo...

Como te dije hace rato Adriana, bien perversa ,pero me encantó eso de la nariz de Michael Jackson. Tienes razón.
Definitivamente perversa.

Adriana Villanueva dijo...

Mis chamas decían que el Miss Venezuela de anoche parecía un homenaje a Michael Jackson.