miércoles, 22 de octubre de 2008

El oficio




Publicado en inglés en 1994 (la edición de DEBOLSILLO es de 2007, en Caracas se consigue a 35 bolívares) en "El Oficio, un escritor, sus colegas y sus obras" Philip Roth recopila una serie de conversaciones con otros escritores -encargos de diversas revistas entre 1976-199o- algunos de ellos: Milan Kundera, Primo Levi e Isaac Bashevis Singer; además de dos semblanzas y una relectura del premio Nobel de Literatura norteamericano Saul Bellow.
La mayoría de las conversaciones son con escritores judíos, quienes reflexionan precisamente sobre su judaísmo, sobre temas como escribir en yiddish, sobre la deuda a Kafka, y cómo lograron sobrevivir el holocausto:
"El pensamiento y la observación fueron factores de supervivencia para mí, es verdad; pero en mi opinión, prevaleció la mera suerte", le aseguró Primo Levi en 1986.
Así como otros escritores sobrevivieron régimenes totalitarios:
"La prohibición de publicar iba ligada a un completo ostracismo social, que incluía en muchos casos, la prohibición de ejercer ninguna actividad laboral para la que el escritor estuviera cualificado", recordaba el escritor checo Ivan Klíma.
Pero la mejor conversación del libro, la más intensa, fue la que sostuvo Roth con la reclusiva escritora irlandesa Edna O'Brien, al final de la entrevista Roth le pregunta si ella creía que había alguna diferencia a la hora de escribir entre ser un hombre o ser una mujer.
O'Brien contestó:
"Ninguna diferencia. Usted, al igual que yo, trata de hacer algo de la nada y la ansiedad es extrema. Cuando Flaubert dice que en su cuarto resuenan ecos de maldiciones y de gritos de angustias, podría estar hablando del cuarto de trabajo de cualquier escritor. Así y todo, no creo que aceptásemos otro modo de vida, si se nos ofreciera. Hay algo estoico en esto de seguir al pie del cañón, totalmente a solas".

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