Este reportaje gráfico es para quienes no viven en Caracas, porque quienes seguimos aquí no podemos ignorar que el valle se nos quema. Desde hace tres días ese inmenso pulmón vegetal que para muchos es lo único todavía admirable de esta infernal ciudad, está en llamas. Estamos a punto de creer que aquel monte sagrado que los indígenas llamaron Guaraira Repano, en realidad es un volcán que comienza a hacer erupción.
Incendios en el Ávila suceden en temporada de sequía todos los años, ya los caraqueños deberíamos estar acostumbrados, pero nada nos prepara para ver nuestra venerada montaña arder, y éste parece ser el peor incendio en décadas. Comenzó el domingo en la tarde, estaba en un almuerzo familiar en el Alto Hatillo, zona al sur de Caracas con una privilegiada vista a la ciudad, cuando alguien dio la voz de alarma: el Ávila se estaba quemando otra vez. El horizonte parecía afectado por dos rasguños de fuego. Entrada la noche, los rasguños se habían unido en forma de corazón abarcando una alarmante extensión de la montaña.
El Gobierno parece preparado para una invasión del Imperio con todos los helicópteros de guerra que ha comprado, pero no cuenta con una buena infraestructura para apagar un incendio forestal en grandes proporciones, apenas 5 helicópteros de rescate. Y a pesar del esfuerzo de todo un batallón de bomberos, el fuego esa noche consumió varias hectáreas de la montaña.
El lunes pensamos que el fuego había sido sofocado, pero dos días después, nuevos focos de humo se ven desde distintos puntos de la montaña, sin contar la calina que nos tiene a los caraqueños asfixiados. Todavía el miércoles el helicóptero cargado de bolsas de agua sobre vuela el Ávila a la altura de Los Chorros-Boleíta
mientras la erosión política aprovecha la montaña en llamas para echarle leña al fuego: la oposición señala que la incapacidad de apagar el incendio es una prueba más de la ineptitud de un Gobierno que sólo sirve para reprimir y hacerse propaganda; y a la hora de señalar responsables el oficialismo también trata de sacar punta: leí en Facebook un chavista que le echaba la culpa del Ávila en llamas a una guarimba pirómana de la oposición para perjudicar al Gobierno.
Mientras tanto, los caraqueños que no podemos ni respirar con tanto humo y vemos como nuestra amada montaña se achicharra, nos preguntamos en qué momento la sucursal del cielo se convirtió en infierno.
Las fotos son mías a excepción de la foto de la noche del domingo, que fue difundida en varias agencias de noticias y multiplicada en Facebook, no logré una foto tan buena, pero así se veía el incendio desde el sur de la ciudad.
3 comentarios:
hola muy buen comentario, lo comparti en mi facebook, es triste lo que esta pasando en Caracas...
gracias Reina, en realidad muy triste la actual atmósfera que se respira en Caracas
Que razon tienes tanto comprar armamento y el estado colapsado....es una pena lo del Avila. Adriana si necesitas desconectar recargar las pilas vente pa los madriles
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