viernes, 5 de marzo de 2010

Una educación.


Siguiendo la nota de los 60s, terminé la segunda parte de la serie de TCM: Mad Men, y ví la única película inglesa nominada al Oscar 2010: An Education. Ambas se desarrollan en el año 1961 con una maravillosa ambientación de la época, y no me refiero a la dirección artística, que también es excelente, sino a la mentalidad de sus personajes, sobre todos los masculinos. Esa mentalidad misógina a lo Dean Martin-Sammy Davis Jr que en el siglo XXI nos parece tan arcaica como la de un caballero victoriano.
Comparando estos conservadores años 60 donde los Beatles cantaban "Do you wan't to know a secret" de flux y corbata y el pelo apenas tapándole las orejas (melena para los estándares de entonces), con la segunda mitad de los 60, de unos Beatles barbudos, desarrapados, exigiéndole al mundo darle a la paz una oportunidad, pienso que no debe haber otra década en la historia contemporánea que se parezca menos su inicio a su final.
Ni en Mad Men ni en An Education hay indicios de ese movimiento juvenil que habría de ser símbolo de los 60. Principios de la década parece ser una era adulta, conservadora y masculina. Las mujeres apenas empiezan a tomar las riendas de sus vidas.
En el caso de Mad Men, serie que trata sobre el mundo publicitario en Nueva York, la segunda temporada abre con John F. Kennedy como presidente de los Estados Unidos y con una campaña publicitaria de ropa íntima que divide a las mujeres en dos: Marilyns y Jackies. En la Agencia Sterling & Cooper ha habido un gran avance: contrataron a una de las secretarias como redactora. Pero sigue siendo a man's world. Peggy se siente ignorada, una mujer no tiene cabida en el Rat Pack sino como objeto sexual.
El lento ascenso de Peggy no nos sorprende a los ciudadanos del siglo XXI, sabemos que a partir de los años 60 la mujer comenzó a igualarse en oportunidades laborales a los hombres. Lo que impacta al televidente contemporáneo son los pequeños detalles de la época que hoy serían el colmo de la incorrección política, detalles como la niña de 8 años preparando un Bloody Mary a su papá, la madre que fuma embarazada, llamar babes a las secretarias, boys a los mesoneros afroamericanos, y una escena que es un clásico de la incorreción política: tras una idílica tarde de picnic, la familia sacude el mantel en la grama dejando la basura regada en el parque.
Ser políticamente incorrecto no es el punto de An Education de la directora danesa Lone Scherfig, basada en una crónica autobiográfica de la periodista británica Lynn Barber, Nick Hornby es el responsable del guión que narra la historia de Jenny (Carey Mulligan) una linda adolescente con todos los cañones enfilados a alcanzar la excelencia académica para entrar en la universidad de Oxford antes de conocer a David (Peter Saasgard) un treintón, de oficio tracalero, que le demuestra que una Educación no sólo se encuentra en los libros de estudio.
Al igual que Mad Men, la trama de An Education sería impensable en otra época que no fuera principios de los años 60, cuando el universo femenino comienza a despertar de la sumisión de siglos. Pero tampoco podría haber sido filmada en el año 1961, hizo falta regresar a ella con el filtro de los casi 50 años que han pasado entre la niña para quien casarse era una opción más atractiva que estudiar, y la escritora que evocando su adolescencia, demuestra cómo las mujeres avanzamos más en cuatro décadas, que en dos mil años de historia.

No hay comentarios: