jueves, 21 de enero de 2010

De por qué no me entusiasmó el nuevo Sherlock Holmes



En Europa el cine se suele ver en el idioma del país en el que se está pasando, por lo menos en España y en Francia pocas son las salas donde las películas las proyectan en su versión original, en cambio en Venezuela, con excepción de las películas infantiles, nos acostumbramos a leer subtítulos, pequeño sacrificio antes que calarnos un dudoso doblaje al español. Por eso ¿a quién se le ocurrió la brillante idea de doblar el Sherlock Holmes de Robert Downey Jr?
Afortunadamente en el cine San Ignacio la película de Guy Ritchie la pasan en dos salas, una en su versión en español, y la otra, en su versión original, en lo que todavía se le llama la sala VIP.
Suelo llegar a la sala VIP poco antes de que comience la función porque se liberan las butacas que tienen reservadas para los que compran las entradas por teléfono con tarjeta de crédito. Si uno llega temprano para asegurarse un buen puesto, la taquillera te dirá que ya no hay o te dará a escoger entre las primeras filas. Minutos antes de que comience la función, los puestos que quedan sin vender por teléfono son liberados, y sólo entonces quienes adquieren sus entradas a la antigua, por taquilla, pueden garantizarse una atención VIP.
Pero esa tarde la taquilla VIP estaba cerrada, tuvimos que ir corriendo a la taquilla general, hacer la cola para que la única cajera disponible nos atendiera, nos tocaron los puestos en segunda fila, y para colmo, entramos empezada la película.
Así que no se puede decir que llegué a ver el Sherlock Holmes de Guy Ritchie con la mejor disposición, a pesar de mi amor incondicional por Robert Downey Jr y Jude Law.
El mal humor no se me quitó a lo largo de la película.
Comencemos con Robert Downey Jr, encantador como el inteligente, sagaz, decadente, tira coñazos detective victoriano, pero en ningún momento deja de ser Robert Downey Jr. Me pasé la película esperando que se pusiera su traje de Ironman.
Lo contrario me pasó con Jude Law, su encanto natural se pierde en el amigo incondicional de Holmes. Lo que es de esperarse porque el doctor Watson no es un personaje encantador por definición. Su importancia narrativa es ser el sidekick cuerdo y normalongo que resalta el genio y la excentricidad de su compañero de aventuras. A esta relación Holmes-Watson algunos críticos, entre ellos el del NYT, le encontraron evidentes visos homoeróticos en detalles como los celos que siente Holmes ante la prometida de Watson. A mí más que una pareja a lo Batman y Robin de la televisión de los años 60, me acordó la dinámica entre el doctor House y su sufrido amigo el oncólogo doctor Willson:  ¿cómo se cala Willson tanta impertinencia?
No es un secreto que el personaje de Gregory House está basado en el Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, pero viendo el Holmes de Guy Ritchie, sobre todo al principio de la película cuando se desarrollan la principales características de los personajes, me preguntaba hasta que punto esta versión cinematográfica de 2009 más que al autor victoriano le debía su inspiración a la popular serie de Fox.
Sí tan sólo ése fuera el problema, ser una versión detectivesca victoriana de House, la película podría haber sido una maravilla, los momentos en el que se regresa al Holmes del sarcasmo y la deducción son divertidos sobre todo teniendo a un excelente actor como Robert Downey Jr interpretando al sagaz detective, el problema es que a este Sherlock Holmes también se le quiso dar una buena dosis de héroe de acción, más a lo Michael Bay que a lo Conan Doyle.
La ambientación en la época victoriana seguro será nominada a varios premios de la academia, pero dudo que su guionista lo logre, y mucho menos los personajes colaterales a la relación Holmes-Watson como el aristócrata villano satanista, uno de los malos más aburridos de la historia del cine, y la contrapartida femenina de Holmes, Irene Adler (Rachel Adams), innecesaria en la trama.
Quizás el problema sea mío, porque en la página web de crítica cinematográfica colectiva Rotten Tomatoes el Holmes de Ritchie tiene un satisfactorio 68 % de aprobación. Llámenme aburrida, reaccionaria, purista, pero viendo a Sherlock Holmes volando en una explosión en cámara lenta a lo Die Hard, comprendo porque Conan Doyle fue insistente en asesinar a su personaje antes de que otros lo masacraran.


5 comentarios:

rodrigo blanco dijo...

Querida Adriana

ayer fui a ver Sherlock Holmes en el Millenium, desde el principio y sentado en cómodos asiento de vuelo de primera clase.

La película me gustó mucho y en especial por la fiel caracterización que se hace del Holmes original. El personaje de Conan Doyle es un detective, pero es también un artista, un obsesivo y un drogadicto. Toda esa demasiada humanidad, Guy Ritchie la supo conservar en la versión cinematográfica. Si en algún momento, como dices, parece que Downey Jr. (uno de mis actores favoritos) se interpreta a sí mismo es porque él también es un artista y fue un drogadicto. Digamos que actor y rol, en este caso, se complementan.

El villano satánico es un homenaja a Bela Lugosi, con todo su aire draculesco, y esa anacronía (Lugosi es posterior a Holmes)es un punto a favor. Fíjate que la develación de la falsa magia del personaje lo termina revelando como lo que es y como lo que tú señalas: alguien bien soso, en realidad.

Esa "sosedad del mal", para parodiar a Hannah Arendt, es la que viene a revelar el género policial desde Dupin: lo terrible es, a la luz de la razón, bastante insípido. Y esto nos lleva a ver quién es el verdadero malvado de la película y que apenas se insinúa: el Profesor Moriarty, némesis por excelencia de Holmes y al cual veremos en toda su plenitud en la próxima película de la serie

Adriana Villanueva dijo...

Buen análisis, Rodrigo, pero las películas nos mueven o no nos mueven, y a mi este Sherlock Holmes no lo hizo, me pareció demasiado gringa (a pesar de ser inglesa) con explosiones, chistes de peos y chica de la película incluidos.
El homenaje a Bela Lugosi que dices no lo supe ver y todavía me cuesta encontrarlo, y mira que crecí viendo a Drácula de Lugosi. Para mí el Sherlock Holmes de Ritchie es más una película de acción con un toque de comic que una reinterpretación de las historias de detectives y de misterio que comenzaron el género. Además de ser lo que llaman un "star vehicle": más un Robert Downey Jr como Holmes y Jude Law como Watson que una nueva aventura de Holmes y Watson.
Y sí, confieso que me quedé con la ganas de conocer al profesor Moriarty, por mucho que despotrique por supuesto que vería la segunda parte de Sherlock Holmes, lo que no creo que estaría dispuesta a hacer con una segunda parte de Avatar.
De lo que también quedé con ganas fue de releer a Conan Doyle, tengo siglos sin leer Holmes, a lo mejor si lo hago me reconcilio, o termino de aborrecer al Sherlock de Downey Jr.

V dijo...

Comparto absolutamente la apreciación de que más parece la relación House-Wilson, que Holmes-Watson que relatan los libros. No es tan fiel la caracterización del detective, por ejemplo: según Watson, es desordenado pero no sucio como en la cinta, físicamente tampoco le hace honor, había poco de humor en su vida y su aversión hacia las mujeres es una de sus características principales(las respetaba, pero desconfiaba de ellas), excepto por "la mujer", Irene Adler, con la cual no tuvo ningún affaire, excepto en el relato "El primer inglés" de Vicente Muñoz Puelles, en el cual se hace cierta mención. La señora Hudson lo respeta como a nadie y además de ser un virtuoso con el violín, lo es también con los puños y la espada, siendo un experto esgrimista, algo que se le adjudica a Watson en la película. Indudablemente queda planteada la secuela, pero en lo personal esperaba algo mucho más cercano a lo que define Conan Doyle. Aclaro que he leído todos los libros y relatos sobre Sherlock Holmes y si parezco demasiado purista, es por que hubise preferido que a esta película le pusieran cualquier nombre, pero no Sherlock Holmes, ya que para representar a un personaje tan clásico, el cual hasta hace unos años atrás recibía cartas en el 221 b de Baker Street de personas que creían en su existencia real, se debe hacer lo más fielmente posible, respetando todas sus características físicas, de carácter y su relación con los demás, especialmente con Watson.

Adriana Villanueva dijo...

Gracias V por tu experticia, tengo tanto tiempo sin leer las aventuras de Sherlock Holmes que apenas recuerdo los detalles más famosos del personaje como que vivía en Baker Street, su misoginia, su adicción y que tocaba violín. También hay que estar claros que es una versión libre, así que no hay reglas preestablecidas, pero eso no quiere decir que a mí no me haya recordado más a la dinámica televisiva de House y Willson, y a películas gringas de acción, que al Holmes cuyo mayor encanto era su poder de deducción.

V dijo...

De nada, es uno de los personajes de ficción que más me atraen. Al mismo tiempo, soy un fanático de House MD. (he visto todas las temporadas desde que inició la serie), por lo tanto, se me figuró lo mismo que a tí, incluso el comportamiento y algunos gestos de Watson me parecieron más de Wilson, la forma de reprocharle a Holmes es muy característica del oncólogo. Concuerdo en lo de versión libre, sin embargo, son tan pocas las versiones del famoso detective en la pantalla grande, que un acercamiento más fiel era, a mi parecer, lo más acertado. Hay muchas personas que sólo conocen de nombre al personaje y se quedan con la imágen entregada por la película..en fin. Saludos y te estaré visitando más seguido.