jueves, 17 de abril de 2008

Vista por casualidad


Comienza una sección en Evitando Intensidades dedicada a aquellas películas que dificilmente serán estrenadas en los cines de Venezuela y que vemos por casualidad en televisión por cable o gracias a los cidiceros.


BROKEN ENGLISH
“¿Cuántos sapos debo besar antes de encontrar a mi príncipe azul?” o “¡Coño, por qué todo el mundo consigue pareja menos yo!”, es el tema de Broken English, la primera película de Zoe Cassavetts, hija de la actriz Gena Rowlands y del director John Cassavetts, quién a pesar de su pedigrí cinematográfico, o quizás debido a él, decide comenzar su carrera como directora con un rolling en el primer inning: puede que efectivo pero sin grandeza.
Nora (Parker Posey), una atractiva y eficiente resuelve problemas de un “hotel boutique” en Nueva York, celebra junto con sus dos mejores amigos –a quienes ella presentó- el quinto aniversario de casados de la pareja, mientras su madre (Gena Rowlands, who else?) le pregunta: “Y pa’ cuándo tú”.
Eso mismo quisiera saber Nora, quien a sus treinta y algo de años no disimula su debilidad por los actores, y a menos de quince minutos de comenzada la película, estará involucrada –litros de alcohol por delante- con un huésped VIP del hotel quien le asegura que es: “única y refrescante”.
Lástima que Nora no tardará en darse cuenta de que “lo mismo le dirás a todas”.
De haber sido este un film latinoamericano el tema musical habría sido el éxito en los años 80 del dúo Pimpinela: “¿Por qué no puedo ser feliz? (Si lo deseo con el alma)”, porque después de un par de chascos que parecen resumir su historia sentimental, Nora decide cerrarse al amor, cuando el amor por fin toca a su puerta en un encuentro casual con un joven francés, de horrible sombrero, fumador empedernido, dulce como un cachorro, y con poca soltura para el inglés. De ahí el título Broken english, en español algo así como "Inglés entrecortado".
A pesar de la obvia moralina de “ para encontrar pareja primero debes quererte a ti misma”, Broken English funciona gracias a la actuación de Parker Posey, quien da en el clavo en el papel de la solitaria Nora mezclando una correcta dosis de vulnerabilidad con neurosis más parecido al arquetipo de la mujer sola en la gran ciudad que las glamorosas chicas de la extinta serie de HBO: Sex and the city, que en cuestiones de amor, cuando no la ganaban, la empataban.
Cassavetts jr. y su historia no sólo tienen a su favor a Parker Posey y a la ciudad de Nueva York, ese downtown que retrata envidiablemente donde cualquier joven bohemio anhelaría vivir, sino también una pequeña ayuda de los amigos de papá y mamá en breves actuaciones que hacen brillar la película.

No queda uno extasiado después de ver Broken english, pero sí satisfecho de que una nueva cronista de su ciudad y de sus tiempos, llamada Zoe Cassevetts, se asoma con timidez en el cine independiente norteamericano.

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