domingo, 27 de septiembre de 2009

Huelga estudiantil frente a la OEA

Un grupo de estudiantes de diversas universidades nacionales comenzó el jueves 24 de septiembre una huelga de hambre a las puertas de la sede de la OEA en Las Mercedes, con el objetivo de llamar la atención sobre cómo estos últimos meses en Venezuela ha habido una escalada en la represión política que se hizo patente con la detención del estudiante Julio César Rivas. Hasta los momentos se han declarado en huelga 32 estudiantes en Caracas y 8 en Valencia, a ellos se le han unido diversos presos políticos. El lunes prometen unírseles estudiantes de otras regiones del país.

Este el testimonio gráfico de diez minutos frente a la OEA el domingo en la tarde.Su causa es noble, necesitan apoyo y solidaridad, que se puede hacer material donándoles, entre otras cosas, agua potable, toallitas húmedas, pedialyte, Pureza, Omeprazol, termómetros, pilas, material de lectura, sábanas y cobijas secas.
No abandonemos en la lucha por la libertad de expresión a nuestros estudiantes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Se les unieron diversos presos políticos", dice el artículo. Quisiera tener más información sobre estos presos políticos: cuántos son, dónde están, qué cargos se les imputa.
Es importante estar bien informados sobre lo que sucede.
En Honduras por ejemplo han detenido a cientos de personas en un estadio como cuando la dictadura en Chile. En Chile luego no tenían donde poner los cadáveres. Ahora en Honduras apenas empiezan.
Acaban de suspender las garantías, no hay libertad de expresión ni pensamiento por decreto de Micheletti.
Por eso hay que estar atentos de las noticias nacionales e internacionales.
Gracias

Adriana Villanueva dijo...

Gracias por el comentario, muy válida su acotación, me permito retocar la crónica y hacer un enlace con el diario El Nacional, donde se especifica quienes son los presos políticos en huelga, aunque el gobierno asegure que no son presos políticos, sino delincuentes comunes. Hay que estar unidos como naciones para que no se repita la historia de lo que pensábamos anacrónicas dictaduras.