sábado, 24 de octubre de 2009

Dos comedias inglesas vistas por casualidad



Por cada comedia hollywoodense mala que pasan en los cines venezolanos, o a cada rato por televisión, hay una comedia inglesa buena que vemos por casualidad en Direct Tv o conseguimos en los pasillos de la UCV. Esta semana vi dos excelentes comedias inglesas, que a diferencia de las gringas, nada tienen que ver con los desatinos del amor: A bunch of amateurs y Son of Rambow.
Un grupo de amateurs o A bunch of amateurs, la conseguí curucuteando los pasillos de la UCV. Se veía buena a pesar de estar protagonizada por Burt Reynolds, para ser sincera, el galán otoñal no me llamaba la atención ni cuando la revista Cosmopolitan lo nombró "The sexiest man alive" en los años 70.

Para las adolescentes fresas de mi época el hombre más sexy del momento era Peter Frampton.
Pero me llevé A bunch of amateurs porque en la carátula Reynolds parecía Sean Connery y estaba rodeado de un singular elenco de actores británicos, y porque, para ser justos, hay que reconocer que tiene por lo menos dos películas interesantes en su haber: Deliverance y Boogie Nights. Así que con cierto escepticismo, pensé que serviría para una tarde de ocio.
Dirigida por Andy Cadiff y estrenada en Inglaterra en el año 2008 con la presencia de la Reina, A bunch of amateurs no ha llegado ni siquiera en DVD a los Estados Unidos, quizás porque se burla de lo ridículo que puede ser el cine comercial en Hollywood y de ese afán de estirarle la juventud a los galanes de las películas de acción.
"Uuuughhh", como diría una chica en un casi vacío cine californiano ante el beso final del septugenario galán Jefferson Steele y una mami veinteañera. De incógnito entre el público, Steel (Burt Reynolds) se da cuenta que está ante una nueva catástrofe en taquilla, pero no se resigna a que su carrera esté terminada, por eso acepta la oferta de una compañía de teatro para interpretar el Rey Lear de William Shakespeare en Stratford en Inglaterra.
La estrella hollywoodense, en su gran ignorancia, asume que va al legendario Stratford-upon-Avon, cuna de Shakespeare, cuando en realidad llega a Stratford St John, un pequeño pueblo sin más recursos que el ávido amor de sus habitantes por el teatro.
Tampoco es que A Bunch of amateurs sea un peliculón, pero es sencilla, redonda, divertida y cuenta con un estupendo elenco de veteranos actores entre quienes se encuentran sir Derek Jacobi, Imelda Staunton y Charles Durning; pero su principal atractivo es el personaje del decadente Jefferson Steele, interpretado por Reynolds, quien no sólo se luce parodiándose a sí mismo, también lo hace como Rey Lear y su furia ante el destino: "¡Bufad vientos, y haced que estallen vuestras mejillas!".

The son of Rambow (2007) es otra película inglesa vista por casualidad sin tener idea de qué trataba más allá del resumen en Movie City que la describía como la historia de dos niños cuya amistad nace mientras filman un homenaje a Rambo.
Por lo visto los ingleses están obsesionados por las películas gringas de acción. Situada en los años 80 y dirigida por Garth Jennings, El hijo de Rambow cuenta la historia de Will Proudfoot, un niño de 10 años criado en una familia de la secta religiosa Bethren, tan estricta que Will tiene prohibido ver la televisión, inclusive los documentales educativos en el colegio, y Lee Carter, un malandrito abandonado por su madre en un asilo de ancianos bajo el cuidado de su hermano adolescente.
En el momento en el que Will ve de manera accidental la primera entrega de Rambo: First Blood, su imaginación desbordada comienza a tener sentido, y a escondidas de su madre, se une a Lee Carter para hacer una película amateur de aventuras: El hijo de Rambow.
Viendo esta película que contó con el sello de aprobación de Silvester Stallone, me acordé cómo en mi infancia entre los años 60 y 70 me encantaban las películas protagonizadas por Mark Lester y Jack Wild, mis primeros amores en la pantalla grande,

quienes juntos filmaron Oliver! y Melody.
Bill Milner y Will Pourter son decendientes directos de esa tradición inglesa actoral, del niño inocente a lo Mark Lester (1958) y el pequeño pícaro que hizo famoso al fallecido Jack Wild.
Ni Lester ni Wild lograron hacer carrera de adultos. Jack Wild murió en el 2006 tras una vida marcada por el alcoholismo, y lo último que supe de Mark Lester es que se atribuía la paternidad de la hija de Michael Jackson.
Viendo A Bunch of Amateurs seguida por El Hijo de Rambow, historias de amateurs veteranos y niños cineastas, sólo queda esperar que los jóvenes actores sigan el camino de la ficticia compañía de Stratford St John: la actuación no es asunto de fama y dinero, sino de la pasión por actuar.

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