No me puedo quejar, venía oyendo Andrés Calamaro, con el aire acondicionado prendido y ni me enteré que el presidente Chávez había encadenado los medios de comunicación social -que tanta falta hacen en este tipo de circunstancias- para recibir a su homólogo de Vietnam, mientras Caracas se estaba desbordando de norte a sur y de este a oeste.
Después de pasar por geishers, ríos y lagunas, mentarle la madre a más de un coleado, y casi llevarme por delante a varios motorizados; llegué a mi casa antes de las seis de la tarde. Para relajar la tensión del tráfico, me puse a jugar Guitar Hero III en el Wii. Desde el televisor de la vecina se oía al presidente de Venezuela hablar y hablar de la importancia de la alianza venezolana-vietnamita, y apenas unos minutos sobre el caos que se estaba viviendo en Caracas debido a los aguaceros vespertinos que ya van para su quinto día.
Después de comida, y de ver un rato de tv por cable, cuando por fin me conecté a la realidad nacional, tanto en Globovisión como en VTV transmitían imágenes de mi ciudad inundada e intransitable: por la Cota Mil no se podía pasar, mucho menos por la Autopista del Este, centenares de caraqueños estaban todavía encerrados en el tráfico pasadas las 10 de la noche. Hubo quienes prefirieron abandonar los transportes públicos y caminar horas bajo la lluvia; y esos eran los afortunados, dolor causaba las familias que veían con desespero cómo se venían sus viviendas para abajo por los desprendimientos de tierra.
Este viernes al mediodía el cielo está nublado, pero unos claros azules nos permiten esperar que san Isidro oirá los ruegos de los caraqueños, y que no seguirá diluviando sobre nuestro valle.
2 comentarios:
Has tenido una suerte barbara! una prima mia estuvo 8 horas! Toda una jornada laboral...sin sanitarios ni alimentos! Llego a su casa a las 2 am....
Yo estaba en la Baralt, minutos antes del derrumbe....protegida del destino terrible...
Me encanta la foto que publicaste!Cuando veas las mias comprenderas!
isa
Isa, mi récord en el tráfico urbano fue más de 4 horas entre el Rosal y La Florida la tarde del primer apagón de este año, pero creo que nos debemos comenzar a acostumbrar a vivir dentro de los carros porque a pesar de lo que asegura el optimista de mi marido, estas megatrancas se van a hacer cada vez más comunes en Caracas.
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